La CEV descarta que la economía valenciana vaya a entrar en recesión
El presidente de la CEV, Salvador Navarro, participó ayer en Fórum Europa Tribuna Mediterránea, donde presentó la ponencia “Dónde estamos y hacia dónde queremos ir”.
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Salvador Navarro durante su intervención (Foto CEV) |
Navarro repasó algunos de los “elementos perturbadores” que interfieren sobre la economía desde fuera, como la inflación, las duras políticas monetarias, las tensiones geopolíticas o los cuellos de botella en las cadenas de suministro.
En este contexto, el presidente de la CEV aseguró que la organización descarta “que nuestra economía entre en recesión”. “Lo descartamos porque estamos viendo que la evolución de sectores como el turístico, la construcción y la mayoría de las ramas industriales han mostrado un mejor comportamiento que la media nacional”. Salvador Navarro explicó que la resiliencia del tejido productivo de la Comunidad Valenciana es ahora “muy superior” a la que teníamos en la última gran crisis de 2008.
Previsiones
En ese sentido, desde la CEV la previsión apunta a que el crecimiento agregado en la Comunidad se situará varias décimas por encima del 4% y a tasas superiores que el resto de España. “De cara al año próximo podríamos hablar de un crecimiento medio en torno al 1%, un crecimiento muy en línea con el resto del país y que prácticamente triplicrá el previsto para el conjunto de la UE”.
No obstante, el presidente de la CEV también identificó varios elementos que pueden jugar en contra de las empresas valenciana. Entre ellos, la infrafinanciación. “La Comunidad Valenciana es la peor tratada por el sistema de financiación autonómica”. A esto se añade la falta de inversión estatal en relación a la poblaciónde la Comunidad, algo que empeora si bajamos del nivel regional al provincial, con Alicante como la provincia peor tratada.
El exceso de burocracia y las escasas ayudas se suman a las “desventajas” a las que hace frente el empresariado valenciano.
Por el lado contrario, la Comunidad Valenciana tiene una localización privilegiada, una gran tradición industrial (con puntales como sector cerámico o el agroalimentario) y una vocación innata hacia la expotación. La formación y la innovación también juegan a favor de las empresas.
Visto esto, Navarro aseguro que “tanto el sector público como el privado podemos hacer
cambios para ayudarnos a ser más competitivos desde el punto de vista empresarial y territorial”.