Además de la plantilla de la compañía y clientes y colaboradores participaron en este acto el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, y el director general, Francesc Sánchez, que compartieron el encuentro con el presidente y fundador de la empresa, Alfredo Soler Asunción, y su hijo y actual director, Alfredo Soler Martínez.
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| De izquerda a derecha: Luna Soler, María Martínez, Francesc Sánchez, Alfredo Soler Asunción, Alfredo Soler Martínez, Aurelio Martínez, Laura Ibañez y César Gómez |
Soler Martínez recordó que era un día muy importante para la familia y reconoció que aunque ahora se encuentran en un buen momento, lo cierto es que la trayectoria de esta empresa “no ha sido un camino de rosas” y ha estado marcada por traslados y crisis, “situaciones difíciles que parecía imposible superar”.
En 1999 llegaba el primer escollo. Un desgraciado accidente (el atropello de un niño por parte de un camiones), totalmente ajeno a TransBase Soler, obligó a la compañía a abandonar sus instalaciones en Nazaret. “No había alternativas y la única opción era alcanzar una cuerdo con la empresa que entonces era nuestra mayor competencia. Tuvimos que integrar en la empresa a socios externos y continuamos”, explicó Alfredo Soler Martínez.
En 2012 llegaba la segunda gran batalla, cuando aún no se habían superado las consecuencias de la crisis y TransBase Soler debía dejar sus instalaciones en Castellar.
“Afortunadamente la empresa había hecho los deberes y se había presentado a un concurso público para gestionar parte de la terminal ferroviaria de Silla, pero el espacio era insuficiente, así que tuvimos que establecer una base provisional en Quart de Poblet y otra en el Muelle Turia del puerto de Valencia. Seguimos así hasta que por fin conseguimos establecernos en esta concesión en el puerto y de momento tenemos estabilidad”, continuó.
Sin embargo, aún quedaba otro escollo, el “más costoso desde el punto de vista emocional, un par de años de lucha intensa como consecuencia de unos socios que optaron por especular y vender al mejor postor, algo equivocado, tal como se ha demostrado”. TransBase Soler ha logrado sobrevivir a todo esto y lo ha hecho “con el imprescindible apoyo y colaboración de los trabajadores, los clientes los proveedores y las instituciones y bancos”. “Sois realmente importantes para nosotros y responsables de lo que hoy estamos celebrando. Vosotros y mucha más gente que no puede estar aquí pero que también han sido trabajadores y colaboradoes a lo largo de estos cincuenta años. A ellos y a vosotros queremos dedicar esta celebración”, terminó Soler Martínez.
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| Aurelio Martínez, Alfredo Soler Asunción, Alfredo Soler Martínez y Francesc Sánchez |
El presidente del puerto de Valencia recordó que la de TransBase Soler es “una historia de éxito y de emprendedurismo”. Realizó un breve repaso a los orígenes de TransBase Soler, cuando Alfredo Soler Asunción empezó a acompañar a su padre en el camión para relevarlo con apenas quince años.
Aludió a la decisión de obtener el título de agencia de transporte y a su papel como gerente de la Cooperativa San Cristóbal del Grao, en la que trabajó a comisión y logró aportar tanto volumen de activdiad que la cooperativa llegó a tener en poco tiempo 70 socios. Creó entonces una empresa y contrató a su primra empleada y allí nació la historia de esta empresa.
Martínez también explicó como Soler Asunción supo ver la oportunidad del tráfico de contenedores y decidió dejar de actuar como depot de madera (el primero en Valencia) para convertirse en depot de contenedores, gracias a la confianza de CTI, la mayor compañía de alquiler de contenedores del mundo.
Poco después entró en escena su hijo, Alfredo Soler Martínez, que aportó savia fresca y nuevas ideas hasta que irrumpió el problema del traslado de Nazaret. A partir de ahí, el fundador decidió dedicarse a su otro negocio, la bodega Castell dels Sorells de Turís, y dejar el negocio en manos de su progenitor.
“A todo esto que he contado se le llaman emprendedor nato, una persona capaz de ir cambiando y adaptándose a las circunstancias y las condiciones del mercado. En otros países del mundo - aseguró el presidente de Valenciaport - Alfredo Soler hubiera recibido un reconocimiento social a la altura del esfuerzo realizado”.
“Ahora se enfrentarán sin duda a nuevos cambios y retos y nuevas tempestades pero con un patrón al frente capaz de llevar esto adelante”, prosiguió. “Las personas pasamos y tenemos la obligación de transmitir a nuestros sucesores lo que sabemos. De cada cien empresas en el mercado, 65 son de primera generación, 25 de sgunda y sólo 7 de tercera. Parece que se hace bueno el dicho de que las empresas las crean los abuelos, las mantienen los padres y las venden los hijos, pero este no parece el caso”, apuntó Aurelio Martínez.
El presidente del puerto de Valencai recordó que el 88,8% de las empresas en España son familiares, generan el 67% del empleo y el 52% del PIB en España y, por tanto, es esencial que subsista el cambio generacional. “No conozco a Alfredo padre, pero sí al hijo y se que trabaja con la ilusión de quien le gusta y una persona que se implica con la comunidad, con iniciativas como el Propeller, y que tiene inquietud por innovar y transmitir lo que sabe”, añadió el presidente.
Martínez agradeció a TransBase Soler y a los asistentes su apoyo y trabajo: “Para nosotros es esencial, queda mucho trabajo por hacer; es imprescindible contar con un puerto como el que tenemos, uno de los más dinámicos de Europa y muy alabado en el exterior, aunque muy criticado aquí. Entre todos tenemos que luchar por mantener esta posición”, terminó.
Alfredo Soler Asunción recordó sus inicios y, sobre todo, puso en valor el apoyo recibido por el entonces director del puerto, José Luis Vilar, que fue quien ofreció la oportunidad de contactar con el mundo del contenedor. “Desde entonces hasta hoy no hemos dejado de recibir el apoyo de la Autoridad Portuaria de Valencia. Muchas gracias”, añadió.
Soler asunció agradeció también el apoyo de todos los colaboradores y destacó el papel de la plantilla: “Son los verdaderos artífices del éxito; la dirección solo organiza y dirige. Ellos ejecutan el trabajo y lo hacen tan bien que todas las compañías quieren trabajar con TransBase Soler”.
“Cuando le di las atribuciones a mi hijo y lo dejé encargado de cerrar la empresa (ante el problema del traslado de Nazaret) yo pensaba que dejaba el depot en buenas manos porque era serio, trabajador, inteligente...Pero fue mucho más. La base estaba arruinada y para vender y él la mantuvo y la ha hecho crecer. Quiero aprovechar para decirle hoy a mi hijo lo que lo parecio y lo orgulloso que me siento por el trabajo que ha hecho y la categoría que siempre ha tenido. Me ha pisado el terreno y hoy es, sin duda, mejor director de TransBase Soler de lo que yo fui”, terminó.
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