El que fuera presidente de ALACAT, la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacional de América Latina y Caribe, es desde hace seis meses el tesorero de la Federation of Freight Forwardes Association (FIATA), con sede en Suiza. “Somos como las Naciones Unidas de la logística, con 150 países a nivel mundial y más de 40000 miembros asociados, entre los que se encuentran desde transitario hasta transportistas por carretera, operadores logísticos, agentes de carga aérea y operadores ferroviarios, entre otros”, explica Molina. En definitiva, FIATA aglutina a todas las asociaciones nacional del mundo que se dedican a la logística.

Galo Molina (Foto VM)

“Es la entidad que marca la política mundial en todo lo que tenga que ver con logística y la que prevé las políticas y tendencias que se desarrollan en el entorno del negocio logístico. También detectamos las amenazas, como la actual integración vertical de las navieras, un hecho que estamos analizando minuciosamente”, añade Galo Molina.

Molina es tesorero de la Federación desde noviembre del pasado año y es el primer hispanoamericano dentro del “board” de FETEIA, “lo que dice mucho en favor de lo bien que se han hecho las cosas en Latinoamérica”. El mandato es por dos años y entonces los cargos pueden volver a optar al mismo puesto o a uno diferente dentro del Consejo.

Uno de los objetivos de Galo Molina en su última visita a España, coincidiendo con la celebración del Salón Internacional de la Logística (SIL), que se celebró en Barcelona a primeros de mes, es “reconectar España con Latinoamérica, con el mundo, y para ello FIATA cuenta con el apoyo de la Federación Española (FETEIA)'.

Digitalización
Galo Molina reconoce que la crisis sanitaria ha acelerado las tendencias y que la digilitalización es, por ejemplo, uno de los casos más evidentes. “Es una tendencia que ha llegado para quedarse; será un sistema híbrido. Nunca imaginamos hace tres años que se podría trabajar desde casa, parecía una utopía y para muchos la oficina era un dogma. Ahora lo hacemos y muchas veces con más eficiencia”, continúa.

FIATA tampoco confía en que los antiguos fletes regresen. “Es un negocio que se encuentra concentrado en pocas manos y no es un tema que vaya a cambiar de un día para otro. La fuerra en Ucrania, el problema en el Canal de Suez, el cierre del puerto de Shanghai...Las estrella no se han alineado a favor de las navieras; se han alienado las constelaciones”.

“Desde FIATA - puntualiza Molina - estamos en contra de la regulación de tarifas pero también en contra de que las naviera se pongas de acuerdo y, sobre todo, estamos en contra de los abusos que se están produciendo para retirar, por ejemplo, los contenedores. Estados Unidos ya ha multado a una naviera europea y a una china. Todo monopolio es malo per se porque el que sufre es simpre el consumidor final”.