El OEME constata un crecimiento de las multinacionales españolas
Pese a la crisis económica iniciada en 2008, las empresas españolas han proseguido su proceso de expansión y consolidación internacional. Según el cuarto informe del Observatorio de la Empresa Multinacional Española (OEME), promovido por ICEX España Invresiones y ESADE, un dato significativo es el incremento continuado, año tras año, del número de empresas residentes en España (no ETVE) con filiales en otros países, que ha pasado de 1.476 en 2004 a 2.170 en 2008, alcanzado a finales del año 2012 la cifra de 2.700 empresas, de las cuales 2.051 estaban controladas por capital español (datos del Registro de Inversiones Exteriores).
Por otra parte, y pese a la drástica caída de los flujos de inversión directa en el exterior a partir de 2009, las filiales en el exterior de las empresas españolas han experimentado en su conjunto una evolución claramente positiva, recuperando el crecimiento de su cifra de negocios y niveles de rentabilidad a partir de 2010. Ésta es una de las conclusiones del informe, que cuenta con el apoyo de la Fundación PwC y en el que se anticipa una tercera oleada de inversión en el exterior por parte de las grandes multinacionales del IBEX 35.
Para sustentar sus perspectivas a corto y medio plazo, la cuarta edición del Informe OEME realiza una completa radiografía de la evolución de la empresa multinacional española durante los últimos diez años, antes y durante la crisis. Así, los flujos netos de Inversión Exterior Directa (IED) emitidos en el periodo 2009-2013 se redujeron a una quinta parte del volumen alcanzado el quinquenio anterior, circunstancia que ha comportado que la economía española deje de ser una de las principales emisoras de IED a nivel mundial y se posicione como un inversor mediano, el decimoquinto en 2013, en línea con su peso en la economía internacional.
La tendencia anterior contrasta con la evolución de las filiales en el exterior de las empresas españolas que fue, en términos agregados, claramente positiva. Tras la caída del comercio internacional y el parón de la economía mundial del año 2009, las filiales en el exterior recuperaron el crecimiento de su cifra de negocio y su rentabilidad volvió a niveles precrisis, en marcado contraste con la evolución experimentada con las empresas que operaban en el mercado español.
También destaca la importancia de la producción internacional de las filiales en el exterior, medida por su cifra de negocio, que supera, a partir del año 2007, el volumen total de las exportaciones de bienes y servicios de la economía española, hecho especialmente remarcable si se tiene en cuenta la positiva evolución de las exportaciones españolas en estos últimos años. Merece especial mención la producción internacional de las filiales en el exterior que operaban en los sectores primario e industrial y que evolucionaron de forma paralela a la de las exportaciones españolas de bienes. Estos datos apuntarían, al menos a nivel agregado, a que la multilocalización productiva facilita a las empresas industriales españolas mantener la exportación de productos de gama alta y mayor valor añadido.
Perspectivas
Algunos analistas plantean que bien podríamos estar a las puertas de la tercera oleada de inversión en el exterior por parte de las grandes multinacionales del IBEX 35 pero las perspectivas no son optimistas para las multinacionales de menor tamaño, y en especial las industriales, para las que la cuarta edición del OEME no prevé incrementos significativos de IED a corto plazo. La razón principal es el deterioro de la rentabilidad de sus filiales en el exterior junto con la creciente presión competitiva de los países emergentes.
Nuevas estrategias: sectores y países de destino
La cuarta edición del informe OEME recoge un giro en la inversión de la multinacional española, tanto en lo referente a sectores de inversión y geografías como en lo referente a modalidades de inversión, a partir del año 2008 y como consecuencia de las crisis. En cuanto al primer factor, la drástica contracción de la inversión española en el periodo 2009-2013 en relación con 2004-2008 es generalizada prácticamente en todos los sectores y destinos salvo en el caso de las actividades profesionales, científicas y técnicas, que experimentaron un crecimiento realmente notable. En cuanto a los sectores que vivieron una evolución más negativa, el informe identifica tres grupos: la industria manufacturera, la hostelería y las public utilities (suministro de electricidad y gas, suministro de agua, y telecomunicaciones), sectores todos ellos intensivos en capital.
En lo que se refiere a destinos geográficos de inversión, destaca la pérdida de la supremacía de los países de la UE-27 como destino mayoritario (del 79,1% en 2004-2008 al 32% en 2009-2013) y el creciente protagonismo de América del Norte y Latinoamérica (en especial Brasil). También se registró un proceso desinversor en África, mientras que ganó peso la inversión dirigida al resto de Europa, en especial Turquía, y a Asia y Oceanía.
El tercer cambio significativo en cuanto a estrategia es el que se deriva de la necesidad de mitigar los efectos de la fuerte restricción crediticia. Para ello, las multinacionales españolas optaron, a partir de 2009, por las operaciones de greenfield como modalidad predominante de inversión internacional, mientras que en el periodo anterior lo habían sido las adquisiciones.