La economía valenciana creció un promedio del 3% en los tres primeros trimestres de 2024
Durante los tres primeros trimestres de 2024 la economía de la Comunidad Valenciana se ha caracterizado por su dinamismo y robustez -en línea con la economía española-, registrando una progresiva aceleración del ritmo de crecimiento trimestre a trimestre, con una tasa promedio del 3% en los nueve primeros meses del año, según datos de la AIREF.
Detrás de este dinamismo se encuentran varios factores de impulso.
1. Un turismo al alza, impulsado sobre todo por el turismo procedente del extranjero.
Hasta octubre, el número de turistas extranjeros superó los 10,5 millones de personas, lo que supone un 16,5% más que el año anterior y dos millones más que en 2019.
Hasta octubre el número de pernoctaciones hoteleras ha crecido un 6,6% interanual y el realizado en viviendas turísticas cerca del 40%.
Hasta octubre, el número de pasajeros en los dos principales aeropuertos de la región, superaron los 25 millones, un 10,4% más que un año antes.
Con un gasto medio por persona de 1.273 euros en 2024. Los turistas procedentes de Reino Unido y Francia son los que más gasto han realizado en la Comunidad Valenciana.
2. Una sustancial moderación de la inflación, hasta situarse en el 1,8% en octubre, por lo que el poder adquisitivo y la confianza de los consumidores se ha recuperado.
La moderación de la inflación ha permitido sucesivos recortes de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, desde el 4,5% en enero hasta el 3,15% en diciembre. Rebaja que se traduce en rebajas de las cuotas de hipotecas y estímulos para la compraventa de viviendas (que han crecido un 1,5% en los nueve primeros meses del año).
No obstante, los precios del sector servicios siguen reticentes a moderarse (3,4% en octubre y noviembre), debido a la mayor demanda de consumo existente.
3. La fortaleza de la demanda de consumo, fundamentada en el buen comportamiento del mercado laboral, la moderación de la inflación y la recuperación de la confianza del consumidor.
Las importaciones valencianas de bienes de consumo aumentaron un 5,9% hasta septiembre, frente al 1% del conjunto de España.
El número de afiliaciones a la Seguridad Social crecieron un 2,5% hasta el mes de octubre, al igual que la media española.
El índice de ventas del comercio minorista, en términos reales, aumentó un 3,1% hasta el mes de octubre, frente al 2% de la media española.
4. Las diferentes actividades que engloban el sector servicios valenciano han mostrado un dinamismo superior a la media española. Además de la hostelería (hospedaje y restauración), impulsada por el turismo, el índice de actividad del sector servicios muestra que las ramas más dinámicas en la Comunidad Valenciana han sido:
Transporte y logística, con un crecimiento acumulado del 6,2% hasta octubre.
Información y comunicaciones, con un crecimiento del 28%
Actividades profesionales, científicas y técnicas (aumento del 4,3%).
Sin embargo, a lo largo de los diez primeros meses 2024 algunas ramas productivas valencianas han sufrido un deterioro notable:
1. La debilidad de las ventas en los mercados exteriores. Las exportaciones de bienes registraron un retroceso del 2,7% entre enero y septiembre, y, por tanto, aportan negativamente al crecimiento del PIB. Comportamiento similar al registrado por otras regiones exportadoras como Cataluña (-2,9%), y Madrid (-7%). La debilidad de las economías de la Unión Europea y el retroceso de la producción y ventas del sector automovilístico explican buena parte de este comportamiento. Las importaciones se mantienen estancadas, a pesar, del dinamismo de la demanda de consumo.
2. La disparidad en el comportamiento de la actividad industrial valenciana. Según el índice de producción industrial, la producción industrial en los diez primeros meses de 2024 ha retrocedido en su conjunto un 3,4%, frente al aumento del 0,8% de la media española. Sin embargo, el comportamiento ha sido muy diferente según ramas industriales:
El sector de automoción valenciano es el más afectado debido a la caída de producción de la multinacional FORD y la crisis del sector en general en Europa.
La industria tradicional de bienes de consumo, como textil, calzado o productos metálicos, sufren la caída de las ventas en los mercados internacionales
Por el contrario, la industria química, agroalimentaria, papel y cartón y material eléctrico y electrónico, muestran un notable crecimiento de su actividad, impulsada por el buen comportamiento de los mercados nacionales e internacionales.
El clúster de la cerámica muestra una senda de recuperación, pero sin alcanzar los niveles de años anteriores.
3. Los indicadores para valorar la demanda de inversión muestran un estancamiento, tanto desde el punto de vista del sector de la construcción como por la inversión en bienes de equipo:
El número de viviendas visadas se estanca (-0,9% hasta agosto) y la licitación de obra civil retrocede hasta octubre un 30%.
Las importaciones de bienes de equipo retroceden un 5,2% hasta septiembre; la producción industrial de maquinaria lo hace en un 5% hasta octubre, mientras que la fabricación de material y equipamiento eléctrico y electrónico se mantiene en niveles similares a los de 2023.
La catástrofe de la Dana recorta a la mitad el crecimiento de la Comunidad Valenciana en el cuarto trimestre de 2024
La catástrofe provocada por las inundaciones del temporal de viento y lluvia (DANA) del 29 de octubre ha tenido un impacto considerable, tanto en daños materiales como en la actividad económica de diversos sectores económicos, no sólo de la zona afectada, sino también de toda la Comunidad Valenciana. Por ello, la economía valenciana podría haber crecido en el último trimestre del año a la mitad que en los trimestres anteriores (en torno al 1,5%).
Según el informe elaborado por la Universidad de Valencia para la Generalitat Valenciana la estimación del impacto de la DANA en el crecimiento de la Comunidad Valenciana en el conjunto 2024 es de apenas dos décimas respecto al inicialmente previsto, dado que solo afecta a los últimos dos meses del año. En vez de crecer un 2,7% anual en 2024, la economía valenciana crecerá un 2,5%.
No obstante, las principales consecuencias de la DANA se han concentrado en las actividades económicas de la provincia de Valencia durante los dos últimos meses de 2024:
Fuerte caída del consumo privado. El corte de comunicaciones entre Valencia y su área metropolitana (y con otras zonas de España) y la concentración de la actividad en ayudar en la zona afectada se ha traducido en una intensa caída del consumo privado a lo largo del mes de noviembre. No obstante, esta caída ha sido limitada en el tiempo, dado que el consumo provincial en la primera semana de diciembre habría recuperado los niveles de 2023, mostrando un comportamiento similar a la media española.
Retroceso de la actividad turística: los datos del gasto con tarjetas realizado por no residentes en la provincia de Valencia mostraron una caída sustancial tras la DANA y a lo largo del mes de noviembre. La maratón celebrada el 1 de diciembre impulsó la recuperación de los visitantes en la ciudad de Valencia. Sin embargo, los datos de Visit Valencia muestran un retroceso del 17% de la tasa de ocupación en el mes de diciembre en la ciudad de Valencia (un 56,3% de ocupación en las tres primeras semanas de diciembre) y un estancamiento del gasto de extranjeros en el conjunto de la provincia.
La actividad industrial y de la logística, las más afectadas. Los municipios afectados incluyen importantes polígonos industriales y logísticos, no sólo de la Comunidad Valenciana sino también del conjunto de España. Ramas industriales como el de la madera y el mueble, agroalimentario, químico o proveedores del automovilístico, con una elevada concentración en el área afectada, no sólo han parado temporalmente su actividad, sino que también han afectado a cadenas de suministro a nivel nacional e internacional.
2025: el año de la recuperación y reactivación económica valenciana
Las previsiones para 2025 para la economía de la Comunidad Valenciana apuntan un crecimiento en torno al 2% para el conjunto del año. Si bien esta tasa supone una desaceleración del crecimiento más intenso al previsto antes de producirse la DANA, pone de manifiesto la resiliencia y robustez de la economía valenciana, dado que, a pesar del impacto en la actividad económica de la catástrofe, seguirá creciendo a un ritmo superior a la media de la Zona Euro (1% en 2025).
La recuperación económica se espera que sea gradual, especialmente en la provincia de Valencia. Los motores del crecimiento económico vendrán desde el mercado interior: el consumo, tanto público como privado, y la inversión, impulsada por la reposición de equipos e infraestructuras y unos tipos de interés a la baja. El consumo privado ha recuperado e incluso superado los niveles de 2024 en el mes de diciembre, impulsado también por el retraso en las compras navideñas. Para 2025 se espera que el consumo muestre un dinamismo más moderado que en 2024, lo que favorecerá el control de los precios.
Desde el punto de vista de la oferta, la construcción y los servicios no turísticos serán los de mayor dinamismo, sobre todo en la primera mitad del año. La actividad constructora será la que más rápidamente recupere la actividad y la que registre el mayor dinamismo en 2025 y 2026 (con tasas de crecimiento interanual del 3%) impulsada por las obras de rehabilitación, reconstrucción y nuevas infraestructuras y de vivienda en la provincia de Valencia.
Las actividades con menor crecimiento en 2025 (inferior al 2%) son las que más han sufrido el impacto de la DANA en la provincia de Valencia:
El turismo, que estaba siendo el más dinámico en los dos últimos años, seguirá al alza en las provincias de Alicante y Castellón en 2025. En la provincia de Valencia la recuperación de los niveles de 2024 se producirá a lo de los primeros meses de 2025, en la medida en que la imagen de Valencia se vea rehabilitada en el exterior.
El comercio minorista, la restauración y los servicios de proximidad, han sido los más afectados en la zona cero (15 municipios), y los que su recuperación va a ser más larga en el tiempo y las que requerirán una mayor inversión. Es en estas actividades donde se puede producir un mayor número de cierre de negocios, por el reducido tamaño de estos (predomina la microempresa), la elevada edad media de los empresarios y el grado de destrucción, etc. Sin embargo, su impacto sobre el conjunto de la economía de la región es reducido.
La actividad industrial y la logística serán los sectores con menor crecimiento en 2025, por un lado, debido a la afectación por la DANA (ya sea de forma directa o por las consecuencias que el lucro cesante tenga al formar parte de la cadena de suministros regional, nacional e incluso internacional -pérdida de clientes o de su confianza, pérdida de competitividad, etc.-), y por otro lado, a la debilidad de los mercados exteriores. Las ramas industriales con mayores perspectivas de crecimiento son las de materiales de construcción, agroalimentaria y química.
La reactivación de otras industrias como las de la madera y mueble, metal y artes gráficas, dependerá de la agilidad en la recepción de ayudas, el volumen de inversión que tengan que llevar a cabo y la rapidez con la que puedan volver a los niveles iniciales de producción.
El crecimiento económico valenciano puede verse condicionado a lo largo de 2025 por importantes factores internos y externos que pueden lastrarlo:
Se espera una recuperación lenta de las exportaciones a lo largo del 2025. El panorama internacional va a venir marcado por la incertidumbre que generaran las nuevas tensiones comerciales entre USA y China, los conflictos armados en Europa y Oriente Próximo, y el débil crecimiento de las economías europeas. La apreciación del dólar y la diversificación de los mercados de exportación son los factores que mayor impulso pueden dar a las ventas en el exterior para las empresas valencianas.
El deterioro esperado del mercado laboral puede limitar la confianza del consumidor e
incidir negativamente en el crecimiento del consumo privado. A principios de diciembre de 2024 más de 30.000 empleados se encontraban en ERTE por fuerza mayor (DANA) en la Comunidad Valenciana y más de 4.100 autónomos han cesado su actividad. Estos datos se ampliarán, seguramente, durante la primera mitad de 2025.
Algunos de los retos y problemas estructurales de la economía valenciana se han visto aún más tensionados por la catástrofe:
El problema de oferta de vivienda, sobre todo en Valencia ciudad y el área metropolitana. El desajuste entre oferta y demanda se agudiza en el área metropolitana, con multitud de viviendas dañadas, lo que seguirá presionando al alza los precios de venta y alquiler.
El desajuste del mercado laboral. En la Comunidad Valenciana, al igual que en España, conviven una elevada tasa de paro (12%) con una escasez de mano de obra especializada, tanto en puestos altamente cualificados -debido a un mayor número de empresas tecnológicas- como profesionales especializados, sobre todo en el sector de la construcción -electricistas, fontaneros, albañiles, etc.-.
La elevada cuantía de ayudas y medidas de las diferentes AAPP para las familias, autónomos y empresas afectadas por la DANA, para la reconstrucción de infraestructuras y para gestionar los elevados volúmenes de residuos, implicará un aumento del gasto público, del déficit de la Administración Autonómica y de su nivel de endeudamiento, lo que reducirá su operatividad en próximos ejercicios.