El Director de Ventas de Expeditors en España, Carlos Lagares, cerró la última webinar de la compañía, “Última hora del Mar Rojo: situación y consecuencias”, que ha sido ampliamente acogida debido a la crítica situación que experimenta el transporte marítimo actualmente. Desde hace semanas, los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a los buques mercantes que circulan por el Mar Rojo han provocado que las principales navieras suspendan o ralenticen la circulación por el Canal de Suez, lo que está afectando gravemente al comercio internacional. Con el fin de analizar lo que está sucediendo y esclarecer dudas sobre ello, la compañía de transporte y logísitca Expeditors ha realizado esta webinar para sus clientes.

Carlos Lagares apuntó, a modo de contextualización, que “el mercado marítimo vive habitualmente en un equilibrio frágil”. Por lo tanto, cualquier tipo de disrupción en el tráfico ordinario de contenedores, como ocurre actualmente en el Mar Rojo o previamente con el encallamiento del buque Ever Given o la falta de equipos debido a la pandemia del Covid-19, “provoca que se vean afectados todos los servicios marítimos y no solo los de la zona de disrupción”, explicaba.

Asimismo, el responsable comercial abordó las tres principales decisiones que están tomando las navieras para afrontar esta situación: esperar para decidir si navegar o no por el Canal de Suez, cambiar el rumbo y circular por el Cabo de Buena Esperanza o permanecer a la espera de escolta para continuar el tráfico por la zona afectada. Sea cual sea la decisión, Carlos Lagares comentó que las consecuencias más directas son: “el aumento de los tiempos de tránsito, la subida de los fletes y el posible colapso de infraestructuras en puertos y terminales”.

Estas ideas fueron secundadas por las managers de exportación e importación marítima, Ana Gómez y Ana Hidrovo, respectivamente. Respecto a la exportación, Gómez apuntó que las principales consecuencias que ya vemos en la exportación desde España son el aumento del tiempo de tránsito entre siete y quince días, la subida de los fletes, especialmente hacia Mar Rojo, Middle East y Far East, aunque serán generalizados. Además, comentó que se prevé una falta de infraestructuras en los puertos españoles en las próximas semanas: “en base a nuestra experiencia en situaciones similares, en pocas semanas experimentaremos colapso en los puertos principales y como ya vimos en pandemia o con el Ever Given, notaremos también escasez de camiones, chasis y conductores”. Por ello, la responsable de exportación marítima aconseja “pasar el plan de cargas con el mayor tiempo posible, tener en cuenta la posibilidad de contratar el servicio de Cargo Signal y chequear con Expeditors si hay otras rutas alternativas que reduzcan el tiempo de tránsito”.

Con respecto a la importación, ya se ha empezado a ver las consecuencias de esta crítica situación. Según Ana Hidrovo, estamos experimentando ya variaciones en los tiempos de tránsitos, así como otras secuelas más representativas: aumento de tarifas, actualizaciones de recargos, cancelación de acuerdos de días libres de demora/ocupaciones en terminales y una progresiva falta de equipo en los orígenes asiáticos con la inminente llegada del Año Nuevo Chino el próximo 10 de febrero. Por su parte, la responsable de importación marítima aconseja “planificar en todos los sentidos la cadena logística” desde la solicitud de bookings, que en ciertos orígenes están requiriendo ya entre 3-4 semanas de antelación, compartir Forecast y previsiones de carga, planificar a la llegada las entregas y en caso de necesidad, hacer uso de alternativas como el servicio premium que ofrecen las navieras”.

Desde Expeditors quisieron ofrecer más alternativas a esta grave situación, por lo que también compareció el responsable de áereo, Juan Guilisasti, que comentó que “una de las mejores soluciones es la opción multimodal de marítimo y áereo ya que ofrece mejores tiempos de tránsito, permite realizar envíos spot y cuenta con la doble ventaja de ser más económico que un servicio aéreo y más rápido que un marítimo”. Asimismo, Guilisasti explicó que el servicio áereo a nivel internacional se encuentra con “muy buena capacidad, entre un tres y un cinco por ciento mayor que en 2019” y que no sufre tanto este tipo de complicaciones: “el efecto látigo es más fuerte en marítimo; en aéreo todo se equilibra mucho más rápido”; una afirmación que también comparte Carlos Lagares: “pasarán muchos meses hasta que volvamos a un flujo normal de contenedores”.