La compañía Silmar Freight desarrolla su lado más social contribuyendo a promocionar el deporte. Por ese motivo, la empresa patrocina el Club de Esgrima Mediterráneo, un club que tiene sus orígenes en el Centro Cultural de los Ejércitos de Valencia y que, por tanto, cuenta con más de setenta años de tradición en Valencia, con un palmarés admirable y alumnos que han formado parte de la élite mundial.

La historia de la esgrima en Valencia ha estado muy vinculada al Cabañal y al Mediterráneo.
Los orígenes se remontan a la protección de los marineros que aprendían a defenderse para cuando salían a pescar al Norte de África. Eran unos orígenes básicos, sin técnica deportiva que derivó a principios del siglo XX en la esgrima deportiva. De hecho, muchos clubs fueron originarios del Cabañal en sus inicios.

Silmar Freight, y en concreto Silvia Garzando, con antecedentes en su familia en el arte de la esgrima, y Elias Roger, fundadores de la empesa, hacen un homenaje al apellido Garzando que rememora a sus antepasados que destacaron en este deporte. Es una empresa vinculada al Cabañal y al sector marítimo, por origen y por labor profesional, no podía sino estar al lado de esta especialidad, dando su apoyo y promoción a la esgrima y en este caso al Club de Esgrima Mediterráneo.

Uno de los pilares del Club de Esgrima Mediterráneo fue el maestro Enrique García Arias y ahora sus hijos, Javier y Pilar. Javier García ha estado once años en el Equipo Nacional de Esgrima y participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde quedó en décima posición. Por su parte, Pilar García ha sido siete veces campeona de España Absoluta.

El esgrima es una práctica que no sólo desarrolla la resistencia y fuerza sino también la flexibilidad y los reflejos y mejora la coordinación y la capacidad de concentración, independientemente de la edad y los conocimientos.