La institución cameral indica que, hasta la fecha las empresas aragonesas han detectado incrementos de más del 200% en los precios de los fletes. "De manera más concreta, un contenedor de importación Shenzhen - Barcelona ha pasado de costar 1.500 USD a comienzos de diciembre a 4.500 USD a comienzos de enero" afirma Óscar Calvo, miembro de la Comisión de Internacional de la Cámara y CEO de JCV Shipping & Solutions.

“En cuanto a los retrasos, en media están siendo de entre 10 y 15 días llegando en algunos casos a un mes”, calcula Calvo. "A fecha de hoy no hay riesgo de rotura de stock como en los tiempos de la pandemia y, lo que más puede afectar a las empresas aragonesas es el sobrecoste del transporte marítimo y retrasos puntuales en las salidas y llegadas de los buques a puerto".

Las rutas afectadas por los sobrecostes no son solo las que transitan por el Mar Rojo sino también, por ejemplo, las que prosiguen hasta EE. UU., dado que también se están viendo afectadas por el incremento de costes y los ajustes que tienen que hacer las navieras para mantener las frecuencias operando con más barcos para los mismos orígenes y destinos.

Hasta la fecha las navieras aplicaban recargos, pero ahora están entrando en vigor nuevas tarifas modificadas al alza, situación que empeorará hasta la llegada en febrero del Año Nuevo Chino que aumentará la demanda de contenedores incrementando más los precios de los fletes.

En el aspecto exportador, en Aragón, ya hay sectores a los que afecta de manera grave la crisis y puede ocurrir que las empresas pierdan mercados como es el caso de la alfalfa deshidratada con Oriente Medio o China (dado el elevado impacto del transporte sobre el precio del producto).

Desde la Cámara de Comercio, con carácter general, no se espera que el impacto negativo en las exportaciones sea global, si bien puede ocurrir en mercados concretos como Egipto, un país ya castigado por problemas de reservas de divisas y de inflación, cuya economía se va a ver muy impactada con la actual crisis, dado que una de sus principales fuentes de ingresos es el peaje que las navieras pagan por atravesar el Canal de Suez.

La recomendación para las empresas por parte de la Cámara de Comercio “es que se reprogramen para llegar a tiempo a las necesidades de sus procesos productivos” e indica “igualmente que si se dan excesos de reservas de contenedores en navíos puede alimentarse de nuevo la espiral alcista de precios”.

Por último, el experto en transporte internacional concluye que “habrá que tener en cuenta que cuando finalice la crisis, será necesario un plazo de dos a tres meses para que las navieras puedan reajustar de nuevo todas las rutas”.

La ruta del mar Rojo es una de las rutas marítimas comerciales más importantes a nivel mundial. Por ella pasa el 12% del comercio mundial de mercancías (y un tercio del tráfico de contenedores global).