Las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) son ahora de gestión pública y, según explica el director de la compañía Logística Quirant, José Quirant, esta nueva realidad no ha revertido precisamente en beneficio del sector del transporte.

José Quirant

“Han pasado ya varios meses desde que se pasó de la gestión privada a la pública y la situación no mejora. Por ejemplo, no tenemos la posibilidad de realizar el pago diferido, algo que desde las asociaciones profesionales solicitamos desde el primer momento. De esta forma, tenemos que ir con dinero en metálico o con tarjeta y debe ser el gerente o un apoderado el que se persone en la estación. Consideramos que, en los tiempos que corren, esto supone un verdadero atraso”, señala.

No se contempla, por tanto, la posibilidad de realizar el pago telemáticamente o de, tal como ocurría antes, domiciliar el pago y abonarlo a treinta días, por ejemplo. “Las colas son larguísimas, sólo hay una calle para vehículos pesados y eso incluye camiones, autobuses, caravanas, bañeras, cajas abietas, etc. Cuando uno de los rodillos de esa calle se estropea ya no hay servicio para camiones hasta que se repara o hasta el día siguiente”, prosigue Qurinat.

“Teníamos una serie de acuerdos con la empresa privada y ahora la pública no los ha respetado. En este sentido, cuando en una primera inspección el vehículo no era favorable había la posibilidad de subsanar el problema en cualquiera de los concesionarios próximos a la estación, volver a la ITV y pasar la inspección. Ahora - continúa el gerente de Logística Quirant - estamos obligados a pagar de nuevo una tasa y esto no es nada competitivo”.

Alternativa
El problema se ha complicado de tal manera, que las empresas de transporte han alcanzado un acuerdo con una estación de Murcia, concretamente la ubicada en Santomera, que ha concedido factural al mes y no cobrar tasas por la segunda inspección. “Está a 65 kilómetros pero nos compensa, a pesar de que creo que esta solución no es acorde con las políticas que se están impulsando de descarbonización y huella de carbono, pero es que no nos están dejando alternativa”, añade Quirnat.

Cita previa
Desde la ITV también apuestan por la cita previa y esa solicitud no se ajusta a la realidad del transporte profesional. “Nosotros aprovehcamos las horas valle de trabajo para operacions de mantenimiento, reparación o inspección. No sabemos cuándo nos requiere el cliente y debemos estar siempre listos para salir a carrtera”, puntualiza José Quirant.

A todo esto se suma el hecho de que para julio y agosto se han anunciado horarios de inspección sólo de mañana. “Tampoco nos podemos ajustar. Trabajamos siete días a la semana y 24 horas, con los correspondientes turnos y rotaciones, y requerimos un servicio acorde con el transporte profesional. Por otro lado, en la ITV de Plà de la Vallonga, por ejemplo, hay un 10% del personal de baja por absentismo laboral, es decir, menos servicio y menos oportunidades para que podamos acudir a la inspección”.

Con todo, José Quirant insta a los nuevos responsables, que surgirán del cambio de gobierno, que se impliquen en estas demandas tan necesarias para que el sector del transporte por carretera mantenga su competividad.