El Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández ha dado el salto del Nivel 2 “Reducción” al Nivel 3 “Optimización” de la certificación Airport Carbon Accreditation, dando un paso más en el compromiso de Aena de alcanzar la neutralidad de carbono en 2026. El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) reconoce con esta certificación los esfuerzos de los aeropuertos para la gestión y reducción de sus emisiones de CO2.

El Nivel 3 de esta certificación supone que el aeropuerto alicantino además de mantener los niveles 1 y 2 en cuanto a sus compromisos de medición y reducción de emisiones propias, ha logrado involucrar a terceras partes (compañías aéreas, agentes handling, concesionarios comerciales, etc.) en el programa de evaluación y minimización de emisiones.

Más del 90% de las emisiones de la red acreditadas
Con Alicante, nueve aeropuertos de Aena están acreditados en este programa, lo que supone el 70% de los pasajeros y más del 90% de las emisiones de la red de aeropuertos.

En el marco de la estrategia de Aena para abordar el reto de la lucha contra el cambio climático, la mayoría de los aeropuertos acreditados, los que tienen el Nivel 2, han llevado a cabo un Plan de Gestión del Carbono que consiste en la implementación de un amplio conjunto de medidas para reducir sus emisiones de efecto invernadero, optimizando el consumo de energía en edificios e infraestructuras y minimizando el consumo de combustibles fósiles.

También han desarrollado un Plan de Participación con los Grupos de Interés aquellos aeropuertos con certificación Nivel 3 o superior, en el que se incluyen actuaciones para reducir las emisiones de las aeronaves, de los equipos ‘handling’, así como de otras terceras partes que operan en los aeropuertos de Aena.

Principales medidas del Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández
En el caso de la infraestructura alicantina, el plan de gestión del carbono ha contemplado medidas de ahorro energético como la implantación de un sistema de iluminación inteligente en la plataforma de estacionamiento de aeronaves y la adquisición de vehículos eléctricos para el personal de Aena. Además, se ha mantenido la compra de electricidad con certificado de origen 100% renovable.

Estas medidas, junto con otras contempladas en el plan de gestión de carbono, han permitido que en 2023 el aeropuerto alicantino reduzca un 50% de las emisiones por pasajero respecto al año anterior, en lo relativo a alcances 1 y 2 (medición y reducción de emisiones propias) con criterio de mercado.

Además, para impulsar la reducción de emisiones de terceros a través de la coordinación del plan de partes interesadas, la terminal alicantina ha desplegado medidas como el ‘pooling’ de equipos de rampa, la instalación y uso de puntos de recarga eléctrica en la plataforma, la electrificación de flotas de vehículos, la telemetría para una gestión más eficiente de los equipos y la optimización de los recorridos o el procedimiento ACDM, que minimiza los tiempos en los que los motores de los aviones están en marcha de manera improductiva.

Programa mundial de certificación de gestión del carbono
Airport Carbon Accreditation es el único programa mundial de certificación de gestión del carbono para aeropuertos que cuenta con apoyo institucional. Evalúa y reconoce de forma independiente a los aeropuertos que se encuentran en diferentes etapas de su camino hacia una gestión integral de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a través de seis niveles de certificación: "Inventario", "Reducción", "Optimización", "Neutralidad", "Transformación" y "Transición”, los dos últimos en línea con el Acuerdo de París. El cumplimiento de los requisitos de uno u otro nivel de acreditación es auditado por una entidad independiente y sigue un estricto proceso de verificación externa.

La neutralidad en carbono forma parte del principal objetivo estratégico incluido en el Plan de Acción Climática 2021-2030 de Aena, que incluye actuaciones para la mitigación de los efectos del cambio climático. Estas acciones permitirán a Aena alcanzar en 2026 la neutralidad en carbono, en el camino hacia la consecución del Net Zero en 2030.