Felipe Llorca: “El puerto de Alicante no ha crecido para adaptar sus muelles al tamaño de los buques”
Como presidente del Colegio Oficial de Agentes de Aduanas conoce de primera mano la realidad del puerto de Alicante, ¿Cuáles son en su opinión las principales fortalezas de la dársena alicantina?
Actualmente la principal fortaleza es la inmediatez de las operaciones. En Alicante no existe la cita previa ni el closing time, cualquier operación se ejecuta al momento de su solicitud. Pero no nos engañemos, esta inmediatez es debida a la escasa actividad. El puerto no ha crecido para adaptar sus muelles al tamaño de los buques y esto ha motivado que el tráfico de contenedores se centralice en Valencia, debiendo la carga soportar el coste de transporte hasta este puerto.
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Felipe Llorca |
En los últimos años circula una tendencia conformista de que Alicante se debía especializar en los tráficos con las Islas Canarias y con Argelia. Creíamos intocables estos tráficos y la realidad no sólo es que se hayan perdido las cargas del centro de la Península, incluso ya hay cargas de nuestra provincia que van a embarcar a Cádiz. Con Argelia la mayoría de los containers se embarcan a través de los puertos de Almería y Valencia.
¿Qué necesitaría el puerto de Alicante para ganar competitividad?
Es imprescindible acabar las obras del muelle 19 que lleva abandonado desde su construcción.
No es tan difícil. No hacen falta las estratosféricas inversiones que recibe el puerto de Valencia. Sin ir más lejos, la semana pasada leía en Castellón Marítima las inversiones previstas en 2022 para este puerto: 25,3 millones de euros que invierte su Autoridad Portuaria y 150 millones del Plan de Recuperación. Además el Presidente de la Generalitad Valenciana anunció la creación de suelo industrial entorno al puerto para aumentar su competitividad.
Si la finalización del muelle 19 supone 20 millones de euros, es insignificante comparado con el coste anual del traslado de los containers de nuestra provincia hasta Valencia.
Desde el punto de vista de la Aduana ¿cuál es la situación actual? ¿se realizan los trámites con la agilidad necesaria? En su opinión, ¿cuentan con los recursos necesarios?
Hasta la fecha el funcionamiento de la Aduana de Alicante ha sido la mayor fortaleza con la que hemos dispuesto para compensar la falta de infraestructuras. En los últimos veinte años cualquier gestión o reconocimiento de mercancía se ha podido efectuar en el mismo día de su solicitud.
Con la modificación de la organización de la estructura de la Agencia Tributaria, ahora la mayoría de las cuestiones se resuelven desde Valencia. Estimamos muy difícil que esta agilidad se mantenga, pues como decía anteriormente, en Alicante al no existir cita previa ni closing time, cualquier gestión se efectúa en el momento de su solicitud. Esta inmediatez en la gestión es impensable en Valencia, además, no es necesaria pues todo se ha de pedir con antelación.
La relación con la directora regional de Aduanas es inmejorable y sabemos que su voluntad para que los procedimientos sean ágiles también lo es. De todos modos seguimos haciendo gestiones para intentar que el área de despacho se vuelva a tramitar desde Alicante.
Estas son las consecuencias de las disminuciones del volumen de tráfico. También creíamos que la Aduana era intocable...
Las conexiones son también esenciales para asegurar la apuesta de las empresas por el puerto de Alicante ¿Qué le parece?
A final de año recibimos la noticia de que por fin se incluía el puerto de Alicante en las obras del Corredor Mediterráneo. Es imprescindible la electrificación de la vía.
En cuanto el acceso terrestre, la conexión del puerto con la autovía es inmejorable. Los nuevos tráficos que atraerá la finalización del muelle 19 no supondrán ningún problema de tráfico a la ciudad.
Recientemente, un grupo de miembros de la comunidad logística alicantina ha constituido el Propeller Club de Alicante, ¿Con qué objetivos nace esta organización?
Los objetivos son muy claros: fomentar el desarrollo del comercio internacional y promover mejoras de las instalaciones portuarias y el comercio marítimo en el puerto de Alicante.
Todos coincidimos con estos objetivos. El Propeller nace con la ilusión de promover cosas que favorecen a todos sus miembros, al desarrollo económico de la provincia de Alicante y a la sociedad en general. Pero también nace por la preocupación de que no hacerlo incidirá en el declive de nuestro puerto.