El grupo A. P. Moller - Maersk cerró el segundo trimestre del año con un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 1.700 millones de dólares, una cifra que supone un incremento del 11,6% con respecto al mismo periodo de 2019 y que la compañía considera una prueba de su rentabilidad pese a los efectos adversos de la pandemia de la covid-19.

Uno de los buque de la compañía (Foto Maersk)

Según el grupo, entre abril y junio, mejoraron el rendimiento de todas las unidades de negocio a través de un "uso ágil de la capacidad, las iniciativas de ahorro de costes y la adaptación a las necesidades nuevas de los clientes".

"Tal y como se esperaba, el segundo trimestre se vio afectado por la covid-19 y nuestras prioridades fueron proteger a nuestros empleados del virus, atender a nuestros clientes manteniendo operativos nuestros servicios, nuestros puertos, nuestros almacenes y nuestras redes de transporte terrestre y ayudar a las sociedades que participan en la lucha contra el virus", destacó el director ejecutivo del grupo, Soren Skou.

En ese sentido, expresó su satisfacción por que, pese a las circunstancias adversas, las ganancias operativas continuaron mejorando gracias al control de costes, al descenso de los precios del combustible, al incremento de los fletes del transporte marítimo y a la mejora de la rentabilidad de la unidad de Logística y Servicios.

"Con un resultado sólido, estamos bien posicionados para salir de esta crisis más fuertes, desde el punto de vista financiero y estratégico", argumentó Skou.

Por su parte, los ingresos del grupo descendieron un 6,5% interanual hasta los 9.000 millones de dólares como consecuencia del descenso del volumen marítimo, que se situó un 16% por debajo a los niveles de abril, mayo y junio del año pasado.

"Seguiremos centrados en una disciplina sólida en el control de costes y en el uso del capital y se adoptarán más medidas estructurales en todo el grupo para compensar el impacto negativo de la covid-19 y financiar las próximas fases de nuestra transformación", indicaron desde la compañía.

Costes

Pese a la incertidumbre generada por la crisis sanitaria, A. P. Moller - Maersk mantiene sus pronósticos relativos al EBITDA, de entre 6.000 y 7.000 millones de dólares, para el conjunto del año, al margen de los costes de integración y reestructuración.

Se prevé que los volúmenes de transporte en el tercer trimestre del año, que abarca de julio a septiembre, se recuperen progresivamente, siempre que las circunstancias lo permitan.
Maersk Line cuenta con oficinas en España.