La naviera Hapag-Lloyd ha publicado su informe de sostenibilidad de 2019, que refleja los hitos medioambientales logrados por la empresa a lo largo del año pasado. Éstos incluyen reducciones significativas de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), una conversón exitosa de su flota para operar utilizando carburante bajo en azufre y una mejora considerable de la calidad.

"La sostenibilidad es más que protección climática, también incluye aspectos ecológicos, económicos, sociales y cualitativos al mismo tiempo. En 2019, logramos avanzar en cuatro áreas. Por ejemplo, redujimos aún más nuestras emisiones específicas de CO2, reforzamos nuestros compromiso social y realizamos una gran inversión en la calidad de nuestro servicio", explicó el director ejecutivo de la naviera, Rolf Habben Jansen.

Este año, además, pese a los "efectos adversos" de la crisis sanitaria, Hapag-Lloyd seguirá centrándose en "mejoras adicionales", como innovaciones tecnológicas y digitales y una mayor reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero de su flota.

En concreto, en relación con los niveles de 2008, la naviera alemana ha limitado sus emisiones específicas de CO2 -es decir, las emisiones de CO2 por TEU y por kilómetro - un 50%. Además, al cumplir con la normativa de la Organización Marítima Internacional (OMI) que limita el contenido de azufre del combustible marino, Hapag-Lloyd también ha contribuido a mejorar la calidad del aire.

Desde principios del año 2019, cerca del 95% de sus buques han sido reconvertidos para emplear carburantes bajos en azufre, que emiten un 70% menos de óxidos de azufre que el combustible convencional.

La OMI ha fijado objetivos ambiciosos para 2030 y 2050 con el propósito de limitar las emisiones de CO2 en un 40% y en un 50%, respectivamente, en relación con 2008. “Para ayudar a lograr esos objetivos, Hapag-Lloyd será la primera naviera del mundo en iniciar la reconversión de un porta-contenedores de grandes dimensiones” indicó la compañía.