La Autoridad Portuaria de Valencia participa esta semana en la feria undécima edición de Seatrade Cruise Med, la principal cita de cruceros de Europa y una de las más importantes a nivel internacional, que se celebra hasta mañana en Santa Cruz de Tenerife.

Manuel Guerra (director de Planificación de Infraestructuras y director comercial y de Desarrollo de Negocio de Valenciaport), Paula Casais (responsable de la Unidad de Cruceros de Trasmediterránea), Francesc Sánchez (director general de Valenciaport), Francesca Antonelli (jefa de Marketing de la APV) y Manuel Rodriguez (director de Navieras de la APV)

Hasta la ciudad canaria se ha desplazado una amplia representación de Valenciaport, encabezada por su director general, Francesc Sánchez, e integrada por el subdirector y director de Planificación de Infraestructuras y director comercial y de Desarrollo de Negocio, Manuel Guerra, el director de Navieras, Manuel Rodríguez, y la jefa de Marketing, Francesca Antonelli. Paula Casais, directora de la Unidad de Cruceros de Trasmediterránea, completa la delegación valenciana en la isla.

Con la firme vocación de seguir creciendo en el tráfico de cruceros y alcanzar los 600.000 pasajeros para el año 2020, el puerto de Valencia está centrando gran parte de sus esfuerzos en desarrollar una estrategia comercial dirigida a impulsar el turismo de cruceros. Como complemento, la institución portuaria ha asumido el compromiso de construir una nueva terminal de cruceros, que estaría en servicio en 2018 y en la que se van a invertir 15 millones de euros, compartiendo la financiación la parte pública y privada al 50%. Según explica el director general de la APV, Francesc Sánchez, los pliegos de la nueva terminal serán bastante “abiertos”, es decir, contemplarán las características generales y esenciales del proyecto pero incluirán la suficiente flexibilidad para garantizar que la terminal se adapta a las necesidades del operador que resulte adjudicatario. “Hemos decidido hacerlo de esta forma -puntualiza Sánchez- porque en nuestros contactos con navieras y operadores variaban mucho los requisitos de cada uno de ellos”.

El proyecto arranca con la intención de que la terminal sea de carácter público, esto es, que puedan operar buques de cualquier navieras y con la idea de que puedan compartir atraque dos buques con capacidad para entre 3.500 y 4.000 pasajeros. Aunque en principio la Autoridad Portuaria tiene el firme propósito de adjudicar la gestión, en el caso de que ningún operador opte al proyecto, algo que no parece posible a tenor del interés que ha despertado el proyecto, la entidad portuaria no descarta asumir la gestión de la terminal.