Los presidentes de la Generalitat Valenciana y la Generalitat de Catalunya, Ximo Puig y Carles Puigdemont, respectivamente, han acordado establecer un nuevo marco de relaciones entre ambas autonomçias, que se concretará, entre otras medidas, en reuniones bilaterales cada semestre entre ambos gobiernos, que se desarrollarán de forma alterna en cada comunidad.

Carles Puigdemont y Ximo Puig, ayer en Valencia

Así lo acordaron tras una reunión institucional en el Palau de la Generalitat, previa a la clausura la cumbre del Fòrum Valencià pel Corredor Mediterrani y de la Taula Estratègica Catalana del Corredor Mediterrani. El objetivo de este nuevo marco de relaciones es llevar a las instituciones la “normalidad” que ya es común entre los ciudadanos de ambas comunidades.

Para ello, además de las reuniones bilaterales, también se constituirá una comisión técnica permanente de los dos gobiernos para realizar “un seguimiento real y cotidiano” de las obras del Corredor Mediterráneo, y se ampliará el diálogo al resto de comunidades del arco mediterráneo para “la vigilancia e impulso definitivo” de esta infraestructura.

En conjunto, ambos presidentes autonómicos ha calificado el encuentro como “una jornada histórica” después de “demasiado tiempo” de incomunicación entre la Comunidad Valenciana y Catalunya. En este sentido, Puig, que definía esta cumbre como el encuentro más importante entre ambas comunidades desde la recuperación del autogobierno, recalcó que se ha abierto “un nuevo tiempo de normalización de las relaciones, de apuesta común y alianza por el empleo y el progreso social” de ambas comunidades.

“No podemos perder más tiempo; somos dos comunidades con vigor, con un crecimiento y exportaciones por encima de la media española; No queremos continuar trabajando sin mirarnos a los ojos y sin decir que queremos trabajar juntos”, aseguró Puig. En el mismo sentido se pronunció Puigdemont, quien habló de la necesidad de “revertir” la “incomunicación” que ha existido hasta la fecha.

Conclusiones
Los asistentes a la cumbre acordaron exigir al Ministerio de Fomento un Corredor “de alta capacidad, eficiente, capilar y conectado con el resto de territorios, que sea multimodal y digitalizable”. También acordaron pedir al Estado que concrete la configuración técnica de la infraestructura, que se redacte una agenda creíble de inversiones que acelere la ejecución del Corredor y la creación y nombramiento de un coordinador técnico de ejecución de la infraestructura, que coordine administraciones, operadores y agentes económicos.

Finalmente, se decidió acordar actuaciones conjuntas de los dos gobiernos para pedir al Estado que ejecutivo de manera urgente actuaciones en la vía, especialmente en el tramo Castellón-Tarragona, y pidió también a la Unión Europea que tenga una atención especial a las actuaciones que se hagan del Corredor y que dependan tanto del Estado español como del francés.

En la cumbre de ayer participaron el plenario de la Mesa Estratégica Catalana del Corredor Mediterráneo, constituida el 26 de mayo, y del Foro Valenciano del Corredor Mediterráneo, creado el 6 de marzo. Se trata de dos espacios integrados por representantes de todos los sectores implicados en esta infraestructura, tales como cámaras de comercio, sindicatos, patronales, universidades, administraciones locales, diputaciones y partidos políticos.