Las empresas y los trabajadores han encontrado la fórmula que redunde en beneficio de la calidad de servicio del puerto de Valencia y garantice la competitividad en la dársena a partir de este momento.

El puerto recupera el nivel de servicio habitual

El pasado miércoles las partes negociadoras del convenio de estiba en el puerto de Valencia alcanzaron un principio de acuerdo que supone la incorporación inmediata de 85 trabajadores a la plantilla de SEVASA-SAGEP, uno de los puntos ya acordados el pasado mes de julio pero que había quedado en el aire, supeditado al acuerdo final y la firma del convenio.

Por otro lado, en virtud del preacuerdo alcanzado esta semana entre las empresas y el sindicato, en septiembre se abrirá la bolsa a la incorporación de los 250 trabajadores previstos. Será a finales del mes de agosto cuando se celebre una nueva reunión para fijar el calendario de incorporación de personal a la bolsa, aunque, en todo caso, se podrían completar los 250 trabajadores antes de finales de año.

Por otro lado, el gran escollo de estas negociaciones, el de ámbito funcional, es decir, las operaciones de recepción y entrega, queda en manos de ANESCO, según han acordado las empresas y Coordinadora. Será la patronal la que tome una decisión al respecto, tras realizar la oportuna consulta a la Comisión de la Competencia. Esto también tendrá que esperar hasta el mes de septiembre, que será cuando ANESCO determine si la petición de los trabajadores de incluir en el convenio las operaciones complementarias no entra en conflicto con las leyes de libre competencia.

Responsabilidad
En todo caso, con este preacuerdo empresas y trabajadores hacen un ejercicio de responsabilidad que repercute de forma directa e inmediata en el nivel de servicio de Valenciaport. Y es que hasta la fecha, el personal portuario disponible rondaba el 50% del total (incluyendo aproximadamente un 25% de trabajadores de vacaciones) y el impacto sobre el puerto ha sido incontestable, registrando en julio y lo que va del mes de agosto una caída del tráfico de cerca del 20%.

Todo apuntaba el pasado 20 de julio a que el acuerdo final estaba cercano, pendiente sólo de la firma definitiva del convenio y de buscar la fórmula que permita la inclusión de las complementarias sin colisionar con la normativa vigente. No obstante, pocos días después la sombra del desacuerdo volvía a planear sobre la estiba valenciana, debido de nuevo al ámbito funcional del convenio y paralizaba también la incorporación de trabajadores al censo de SEVASA y a la bolsa. Desde entonces, el miedo a nuevas, y previsiblemente fuertes, sanciones y la posibilidad de que el convenio valenciano sirva de antecedente a otros acuerdos nacionales planea sobre los muelles valencianos, junto al convencimiento por parte de los trabajadores de que es imprescindible incorporar al convenio unas actividades que en la actualidad ya ejecutan.