La Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías, Fetransa, advertía en el día de ayer que la entrada en servicio de los megacamiones no va a suponer un aumento de competitividad en el sector del transporte de mercancías por carretera.

La entrada en servicio de los camiones perjudicará al sector, según Fetransa

En un comunicado, la organización recordaba que existe un exceso de oferta de transporte, “sirviendo la oferta actual para cubrir con creces la demanda de nuestra sociedad”. Con el incremento de los pesos y dimensiones “va a existir un exceso mayor de oferta de transporte, incrementándose la paralización de los vehículos y los recurridos en vacío, lo cual es mayor ineficiencia para el sector, y mayor coste”.

Asimismo, en términos de seguridad, Fetransa advierte que “vehículos más largos, más altos y más pesados provocan un mayor riesgo en las carreteras, tanto en los adelantamientos, como en la estabilidad y distancia de frenado del propio vehículo”. Y denunciaba que “ningún requisito adicional se requiere sobre la formación y cualificación de conductores para conducir este tipo de vehículos”.

Desde la Federación inciden en que los megacamiones no van a suponer ninguna ventaja para las empresas españolas del sector. “La implantación de los megacamiones requiere importantes inversiones en este tipo de vehículos”. Fetransa afirma que estos vehículos no se adaptan a la normativa europea “por lo que sólo podrían circular por nuestro país”. La flota actual de las empresas de transporte se destina tanto al tráfico nacional como al internacional, por lo que el cambio de normativa implica duplicar la tipología de vehículos, “ejemplo claro de ineficiencia donde los haya, y de incremento de coste para la empresa de transporte”.

Propuestas
Fetransa lamenta que el Gobierno no ha incidido en el verdadero problema del sector del transporte de mercancías por carretera en España. Para ello la federación propone medidas como “la reducción de los plazos de pago, la eliminación de las restricciones al tráfico, la limitación de los tiempos de espera en las labores de carga y descarga, una mayor flexibilidad en la normativa de tiempos de trabajo y de tiempos de conducción y descanso o la ampliación del régimen fiscal de módulos”.

Para la organización la nueva regulación “supone un auténtico coladero al que tendrá que enfrentarse el sector. De hecho algunas asociaciones de cargadores no han tardado en indicar que las 60 toneladas se quedan escasas y que habría que haber autorizado 70 toneladas”.