El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, espera tener encima de la mesa antes de dos o tres semanas “como máximo” el informe que le verifique los costes reales del paso de las mercancías por el puerto de Valencia.

Ramón Gómez-Ferrer y Aurelio Martínez

“Ese informe es fundamental para mi”, reconocía el pasado viernes el presidente de Valenciaport. Y es que antes de ese plazo Martínez quiere reunirse con todos los miembros de la comunidad portuaria para analizar cuál es el mejor método para ajustar costes al máximo y poder aumentar la competitividad y eficiencia el puerto de Valencia.

Una vez tenga ese informe, Aurelio Martínez quiere transmitir la necesidad imperiosa de ese reajuste. Y sabe que no es fácil, sobre todo si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría de los interlocutores con los que se va a encontrar en la mesa son empresas privadas, con objetivos de rentabilidad concretos. El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia es consciente de la dificultad que supone hacerle ver a un operador privado que rebaje un poco sus ganancias para poder contar con una oferta global competitiva.

Preguntado por esta posibilidad, el presidente de Valenciaport recuerda que el puerto de Barcelona ya pasó por esta situación: “Dejaron de ser competitivos y perdieron un millón de contenedores, y aunque fueron reactivos y rebajaron esos costes, nunca los han vuelto a recuperar”. Entre los meses de enero y septiembre, el recinto catalán acumula 1,44 millones de TEUs, muy por debajo de los 3,3 millones de TEUs de Algeciras o los 3,5 millones de TEUs de Valencia, según los datos de Puertos del Estado hechos públicos la pasada semana.

“En un momento como el actual, con un exceso de oferta, sumado a la facilidad con la que se mueve el tráfico de trasbordo entre un puerto u otro, lo único que cuenta es el precio que cuesta llevar un barco a un determinado puerto”. Además, hay que añadir que las principales navieras que operan en Valencia importantes tráficos de trasbordo ya cuentan con instalaciones en puertos como Sines, Tánger o la propia Barcelona. “¿De verdad no merece la pena hacer un pequeño reajuste? O reajustamos los costes o asumimos un serio riesgo de desvío de tráficos”, advierte Martínez. “Creo que es preferible reajustar costes antes de perder los tráficos que hacerlo después”, afirmó.

Por otro lado, Martínez aseguró que ese esfuerzo se lo va a pedir a todos y cada uno de los componentes de la cadena logística.

Ampliación Norte
Por otro lado, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia reconoció la importancia de poner en marcha cuanto antes el proceso de licitación de la Ampliación Norte. Preguntado si ya cuenta con alguna oferta encima de la mesa para esos terrenos, reconoció que “hoy por hoy, no es un buen momento”. “Para las navieras -continuó- no es algo prioritario porque lo que están buscando ahora mismo es reajustar costes. Pero para nosotros sí lo es”. Con todo, “tener por delante unos meses más nos va a permitir poder prepararnos para cuando llegue el momento, sobre todo en lo que se refiere a la elaboración de los pliegos”.

La Autoridad Portuaria de Valencia no está mirando únicamente hacia fuera, sino que también lo hace hacia dentro. Los cálculos de la APV es que por el año 2020, manejando las previsiones de crecimiento actuales, haya una situación de saturación en Valencia. “Las tres terminales de contenedores están creciendo, y en unos años se quedarán sin espacio. 

También se hablará con ellos”, aseguró.

Tasas
La Autoridad Portuaria de Valencia tiene previsto también rebajar las tasas portuarias el próximo año. “los armadores están pidiendo una rebaja de sus costes. En la medida de nuestras posibilidades respondemos a estos requerimientos”, de ahí esa bajada. Con todo, Martínez matizó que “habrá que ver cómo afrontamos esa bajada de tasas y, por tanto, esa bajada de ingresos para la Autoridad Portuaria sin hacer peligrar nuestra cuenta de resultados”.

Para Martínez es fundamental reducir la deuda a largo plazo de la APV. Por ello se ha anticipado la devolución de parte del préstamo que se firmó con el BEI en 2009 por un importe total de 50 millones de euros. En esta ocasión se han devuelto unos 8,5 millones de euros, “lo que va a suponer un ahorro importante para próximos ejercicios”. Y lo que es más importante: “Nos va a permitir salir al exterior y pedir financiación con una mejor posición” para poder acometer nuevas inversiones.