El estallido de la crisis provocó un cambio en la tendencia del comercio exterior que Valenciaport venía registrando hasta ese momento. Será sobre todo a mediados del año 2012 cuando los tráficos entre los muelles valencianos y chinos dé un giro de 180 grados y deje de crecer. Aunque los descensos en la segunda mitad de julio de 2012 no serían muy pronunciados, será en 2013 cuando se acreciente la pérdida de toneladas movidas en Valencia con origen o destino en China.

Los tráficos con China siguen a la baja

En los dos meses ya cerrados de este año -enero y febrero- esta tendencia no ha cambiado.

Según los datos hechos públicos por la propia Autoridad Portuaria de Valencia, China ha superado a duras penas el millón de toneladas, lo que supone casi diez puntos menos que en los dos primeros meses de 2013. El dato es en sí más preocupante si se tiene en cuenta que en los dos primeros meses del pasado año ya se registró un descenso del 13,5%. Se baja en relación a un dato ya de por sí malo.

En estos dos primeros meses de 2014, hay que matizar que tanto la exportación como la importación de mercancías chinas ha experimentado ligeros crecimientos, unas subidas que no han podido contrarrestar el descenso del tráfico de trasbordo.

China ya perdió hace meses su posición de primer mercado de Valencia a favor de España, aunque mantenía su primera posición como primer mercado exterior. Esta situación, de mantenerse la tendencia actual, también podría cambiar. Y es que Argelia sigue, mes tras mes, acumulando crecimientos de dos cifras. En los dos primeros meses del año, el país del Norte de África sube casi trece puntos y medio, acumulando 976.976 toneladas. Aunque el trasbordo cae en relación al mismo período del año anterior, los incrementos en import/export hacen que los intercambios comerciales entre Valenciaport y Argelia ganen 115.568 toneladas.

Esta subida tiene su explicación en varios pilares fundamentales. Por un lado, la cercanía entre el puerto de Valencia y los argelinos. Por otro, los servicios logísticos asociados a la dársena valenciana, que la conectan con el centro de la Península. A esto habría que sumar la gran conectividad con la que cuenta el puerto, que el permite estar conectado a prácticamente cualquier lugar del mundo. Asimismo, los planes de crecimiento y desarrollo puestos en marcha por el Gobierno de Argelia han aumentado la presencia de empresas valencianas y españolas en ese país.