Las empresas estibadoras quisieron dejar claro con un comunicado remitido ayer que, por su parte, “las negociaciones siguen abiertas”. En este sentido, aseguran que en la última reunión de la mesa negociación los sindicatos no aportaron ninguna propuesta que redundará en la necesaria mejora de la competitividad y destacan que “dejan clara su posición de no continuar negociando hasta que no se resuelva el IV Acuerdo Marco”.

Según las empresas, esta actual situación de bloqueo podría propiciar una importante pérdida del tráfico portuario, “con las consecuencias que eso tendrá para la economía local”. “Para que el puerto de Valencia pueda mantener la competitividad y evitar una caída del tráfico como la que se ha producido en los últimos meses,de cerca del 20%, es necesario reducir todos aquellos puestos que realmene no aporten valor a la operativa e incrementan de forma innecesaria los costes”. Como ejemplo, el Comité de Empresa cita el puesto de especialista, asegurando que su trabajo consiste en “avisar con un silbato cuando cada camión llega al punto exacto donde se puede maniobrar con el contenedor”.

Según aseguran las empresas este puesto supone un coste anual para las terminales de 7,6 millones de euros y en otros puertos su función se cubre con un cono de señalización o un semáforo.

“Toda la legislación y la doctrina existente sobre la cuestión otorgan el derecho a las empresas para la libre composición de las manos en función de los volúmenes de tráfico - señala el Comité de Estibadoras -. Con esta medida las empresas de mejorar la competitividad del puerto de Valencia para retener a los clientes e intentar impedir que los tráficos sigan cayendo”.

Reestructurar las manos
Por otra parte, las empresas aseguran que llevan cuatro años solicitando a los sindicatos la necesidad de ajustar las manos y sus costes a la realidad económica y del mercado. Sin embargo, afirman que “el único avance que se ha producido ha sido un incremento en los niveles de productividad fruto en gran medida de las inversiones realizadas en equipamientos de última generación por las empresas”.

En este contexto, las empresas lamentan que se hayan ido “posponiendo decisiones importantes como la de ajustar el tamaño de los equipos de trabajo con la consiguiente reducción de costes, lo que ha llevado a la situación actual donde el puerto de Valencia ha perdido competitividad de forma notable y rápida”.

El Comité de Empresa destaca que los clientes “exigen competitividad en precios y que los costes de la actividad de trasbordo se reduzca para reflejar la realidad del mercado”. “De lo contrario - prosigue el comunicado - se continuarán desviando tráficos a destinos más competitivos del Mediterráneo (...) dejando Valencia como un enclave de segunda categoría”.

Finalmente, las empresas piden que los sueldos se ajusten también ala realidad. “Un estibador valenciano - dicen - cobra tres veces más que en el puerto de Sines y dos veces más que en Gioia Tauro”. En este sentido, afirman que, según datos de Empleo, el sueldo medio de un estibador del puerto de Valencia ronda los 90.000 euros brutos al año y puede llegar a los 140.000, “a pesar de que no se requiere una formación inicial relevante”. “Hay que tener presente que en la Comunidad Valenciana un juez tiene un salario medio de 55.200 euros brutos y un médicos especialista, 56.820”, continúan las empresas, que, además, advierten de que se incumple la jornada labor de seis horas, no llegando de forma efectiva a las cinco horas y media.