ELTC hacía público ayer un duro comunicado en el que dejaba patente su malestar con la resolución de la Comisión Nacional de la Competencia. La asociación recibió una sanción de 12,6 millones de euros por parte de la Comisión Nacional de la Competencia, una sanción que va a ser recurrida a través de un recurso contencioso-administrativo.

Según ELTC, “consideramos injusta, arbitraria y contraria a derecho la decisión adoptada por la CNC. La sanción impuesta no es desproporcionada ni desmesurada, sino injusta en cualquier cuantía que, como la aplicada, hubieran querido inventarse. Se trata de un ataque injustificado contra el asociacionismo empresarial de los más débiles, en este caso, de las pequeñas empresas transportistas de ELTC”.

La organización de empresas de transporte acusa a Competencia de estar “viciada” por casos precedentes y asegura que ha hecho “un análisis simplista, superficial y poco riguroso de los hechos, de los términos en que se desarrolla la actividad y el comportamiento de los que en ella operan, confundiendo radicalmente la conducta real de cada parte a la hora de fijar e imponer condiciones en la contratación de los servicios de transporte, sea el precio o cualquier otro aspecto”. Y afirma que los transportistas del puerto de Valencia “ni han impuesto ni imponen precios, asumen con resignación los precios que les imponen arbitrariamente quienes les contratan”.

Asimismo, ELTC recuerda que el organismo regulador de la competencia no ha tenido en cuenta a “las poderosas e importantes empresas transportistas y operadores que, desde fuera de las asociaciones, han impulsado y participado en las mismas iniciativas” con la ventaja de “no verse señalados por el mero hecho de no estar asociados”.

A pesar de la resolución, ELTC mantiene su defensa del asociacionismo empresarial: “La debilidad y sumisión de los transportistas frente a quienes les contratan les ha llevado a asociarse para intentar defender mínimamente una cierta dignidad en esa relación, pero conservando la más absoluta autonomía e independencia de comportamiento en la negociación de la prestación de servicio en cada momento”. Aunque ese esfuerzo no haya tenido éxito y “los transportistas actúen en un estado de debilidad e inferioridad”, la CNC “se ceba en ellos, sin atender, tan siquiera, a la precariedad de su situación empresarial a lo largo de los años. ELTC afirma con rotundidad que los socios de la entidad “no han creado ni apoyado mafias ni cárteles”, y que siempre han defendido “la dignidad de su actividad frente a quienes sólo quieren aprovecharse de ella”.

A pesar de que ELTC reconoce que puede haber hecho cosas mal, afirma que “han sido fruto de la ingenuidad y nunca contrarias a las normas de defensa de la competencia. Hay más de 12.692.462 poderosas evidencias que permiten descalificar esta injusticia y este atropello que solo puede servir para llevar a la ruina a un grupo de empresas transportistas y muchos puestos de trabajo que ya estaban en situación desesperada antes de producirse esta torpe decisión de la CNC”.