“Aunque la llegada del Norwegian Breakaway a nuestra flota ha sido, sin duda, la noticia, más destacada del trimestre, los excelentes resultados, que incluyen nuestro vigésimo trimestre consecutivo del aumento del EBITDA ajustado año tras año son igualmente notables“, asegura Kevin Wheehan, presidente y CEO de Norwegian Cruise Line.

El último buque en incorporarse a la flota de la compañía, el “Norwegian Breakaway”

La compañía ha comunicado un beneficio neto ajustado para el segundo trimeste del año de 60,2 millones de dólares y un BPA ajustado de 0,29 dólares frente a los 36 millones y 0,20 dólares del mismo período del pasado año.

“Otras iniciativas del trimestre , desde la refinanciación de ciertas líneas de crédito para optimizar aún más nuestra estructura de capital hasta la mejoras realizadas en el “Pride of America” tras su reciente situación en dique seco, demuestran nuestra cultural de añadir valor para nuestros accionistas y mejorar la experiencia de nuestros pasajeros en el crucero”, asegura el máximo responsable de la compañía.

Entre abril y junio la compañía ha completado dos transacciones de refinanciación que reforzaron el balance de la empresa y redujeron el gasto por intereses de cara al futuro. La primera fue un préstamo de 675 millones de dólares y una línea de crédito rotativa no amortizable de 625 millones de dólares y refinanció ciertas líneas de crédito garantizadas mediante varios barcos de la flota de la compañía.

La compañía amortizó el saldo pendiente de 228 millones de dólares de los 350 millones de dólares en obligaciones con derecho a prioridad no garantizadas al 9,5% con vencimiento en 2018.

Con la segunda transacción se revisaron ciertas líneas de crédito garantizadas mediante el “Norwegian Jewel”, “Jade” y “Pride of America” a fin de reducir los márgenes aplicables y mejorar determinadas condiciones.