Si empresarios y sindicatos no lo remedian, las empresas consignatarias y estibadoras del puerto de Valencia están abocadas a un “período prolongado de conflicto”. O lo que es lo mismo, varios días de huelga en junio y julio si no se llega a un acuerdo en la renovación del Convenio Colectivo de Empresas Consignatarias y Estibadoras de la Provincia de Valencia.

Los delegados sindicales de las empresas del sector estudian hoy el calendario de movilizaciones

De hecho, hoy está prevista una Asamblea en la que los delegados sindicales de estas empresas analizarán la situación actual en la que se encuentran las negociaciones y las movilizaciones que se van a emprender a partir del 27 de mayo. Para este día está prevista una Asamblea General tanto para trabajadores como para delegados, en la que de no haber un cambio sustancial en la situación actual, se conocerán ya los días de huelga. Con todo, los sindicatos ya lanzan hoy el primer aviso a las empresas: hay convocada una marcha hasta la Asociación Naviera Valenciana, que finalizará con una pitada.

Fernando Gabarda, miembro de la comisión negociadora y delegado sindical de UGT, reconoce en declaraciones a esta publicación que “la situación es muy complicada”. A pesar de que dicha comisión negociadora ha estado algo más de un año en funcionamiento, “no ha habido avances. Desde los sindicatos tenemos la sensación de que las empresas han alargado en exceso el proceso”, con el objetivo de hacerlo llegar al 8 de julio y provocar la decaída del Convenio, una fecha límite fijada en la última Reforma Laboral aprobada.

La última reunión mantenida por ambas partes fue el pasado 4 de abril, encuentro en el que los sindicatos hicieron llegar una nueva propuesta a las empresas. “A fecha de hoy, todavía no hemos recibido una respuesta, ni siquiera una comunicación”, confiesa Gabarda.

Lo que vienen defendiendo tanto UGT como CCOO es mantener la ultractividad del Convenio, tanto para ganar tiempo en cuanto en las negociaciones como para mantener “derechos adquiridos en los últimos 30 años que ahora quieren retirar de un plumazo”. En ese sentido, Gabarda afirma que los sindicatos “hemos hecho un ejercicio de responsabilidad, no hemos afrontado las negociaciones con posiciones maximalistas y nos hemos adaptado a las circunstancias actuales”, algo que “las empresas no han hecho”, ya que se han “enrocado” en el concepto de la antigüedad. “En todos los encuentros han exigido la retirada de la antigüedad, algo a lo que no estamos dispuestos”, declara tajante el representante de UGT.

¿Qué pasaría si llega el 8 de julio y no se ha renovado el actual Convenio Colectivo? No está del todo claro. Para Gabarda, “lo que pretenden las empresas es que el actual Convenio decaiga y pasar a regular las relaciones laborales a través del Estatuto de los Trabajadores, que ha sido recortado sistemáticamente por todos y cada uno de los Gobiernos”, advierte Gabarda.

De llegar a este punto, los sindicatos afirman que se plantearía un conflicto colectivo, ya que en el actual Convenio cuenta con una cláusula que alarga la vigencia del mismo hasta que no se firme el siguiente. “Pasaríamos a depender de una decisión judicial, y aquí los propios jueces no se ponen de acuerdo”. Lo que sí es seguro es que el clima de conflictividad laboral en las empresas del puerto de Valencia “se haría insoportable”, ya que es muy posible que “con la rebaja de derechos adquiridos se presentaran tanto denuncias individuales como colectivas”.

Gabarda reconoce que esta situación de conflictividad que se avecina no es agradable. De hecho, “supone un fracaso, porque las negociaciones no han servido, porque supone un enfrentamiento entre empresa y trabajadores, y porque también supone perder poder adquisitivo”.