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Noatum Terminal Graneles Valencia se declara en concurso de acreedores
Noatum Terminal Graneles Valencia, filial del Grupo Noatum y concesionaria hasta el momento de la explotación de parte del Muelle Norte del puerto de Valencia, se ha declarado en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Valencia dictaba el pasado 12 de marzo el “concurso voluntario de acreedores” de la mercantil, y daba un mes a partir de la publicación del anuncio en el Boletín Oficial del Estado (30 de abril de 2013) para que los acreedores puedan “comunicar sus créditos”.
Varias fuentes consultadas por esta publicación aseguran que el concurso voluntario de acreedores no es sino un paso más en el proceso de “liquidación y cierre de la sociedad, tal y como advertía la propia compañía el pasado mes de febrero”.
Lo cierto es que el futuro de Noatum Terminal Graneles Valencia es cada vez más incierto. En estos momentos, hay abiertos dos frentes. Por un lado, el expediente de extinción de la concesión que la Autoridad Portuaria de Valencia está llevando a cabo en estos momentos. Por otro, el concurso de acreedores. Aunque siguen caminos diferentes, ambos procesos podrían confluir, afirman varias fuentes consultadas, “si el administrador concursal que lleva el caso se interesa por el expediente que la APV está llevando a cabo”. A pesar de la paulatina caída de los tráficos de carbón y clinker, principales mercancías con las operaba la terminal, la antigua TMS mantenía su presencia en el puerto de Valencia. De hecho, según la compañía, se presentó un “completo plan de viabilidad” que demandaba a la APV la “reducción significativa de la misma mediante una revisión del título concesional”. Aunque Noatum acusaba el pasado mes de febrero a la Autoridad Portuaria de Valencia de “rechazar cualquier tipo de modificación concesional”, fuentes del ente portuario recordaban el pasado martes en declaraciones a esta publicación que “la terminal tuvo reiterativos incumplimientos de los términos y condiciones de la concesión”, una concesión que por otra parte fue revisada el pasado año para adaptarla a la nueva situación. Desde Noatum se limitaron a declarar que el concurso voluntario de acreedores “no es más que un nuevo paso legal en el proceso que estamos siguiendo desde que se conoció la decisión de la APV” de extinguir la concesión. De más de cuatro millones de toneladas a un expdiente de extinción de la concesión Lo cierto es que con el estallido de la crisis y el parón sufrido por el sector de la construcción, TMS ha tenido que adaptarse y pasar de contar con un ambicioso proyecto de adaptación y ampliación de la terminal a solicitar una modificación de la concesión que redujera tanto las inversiones comprometidas como los tráficos mínimos. Entre finales de 2005 y comienzos de 2006, TMS, cuyo accionista mayoritario era el Grupo Dragados, presenta un ambicioso proyecto de reforma y ampliación de la terminal para adecuarla a la normativa ambiental. La estibadora tenía previsto invertir alrededor de 60 millones de euros para poder dar servicio a sus clientes y contar con unos tráficos máximos de 4,5 millones de toneladas. Con todo, TMS cierra 2006 rozando los cuatro millones de toneladas. En el primer semestre de 2007, TMS llega a los 2,26 millones de toneladas. De hecho, entre finales de este año y comienzos de 2008, la compañía ya comienza con la consolidación de terrenos de su terminal, primer paso de las obras de remodelación. El estallido de la crisis obliga a la empresa a detener las obras de ampliación, que se une a la continua bajada de los tráficos. A comienzos del pasado año 2012, la Autoridad Portuaria de Valencia y TMS llegan a un acuerdo para cambiar los términos de la concesión. La inversión inicial se queda en dos millones de euros para adquirir dos tolvas ecológicas, y un tráfico mínimo de un millón de toneladas. Este acuerdo, según un comunicado emitido por la propia compañía en el mes de febrero de 2012, “despeja la incertidumbre sobre el futuro de la actividad de esta terminal”, y tanto accionistas como equipo directivo “se han volcado en un proceso de reestructuración de la sociedad que permitirá afrontar con garantía los años futuros siguiendo criterios tanto de rentabilidad como de sostenibilidad y eficiencia”. En julio del pasado año, TMS pasaba a ser Noatum Terminal Graneles Valencia. A pesar del cambio de nombre, la situación de la empresa estibadora se mantiene en los mismos parámetros de contracción de sus tráficos. Como colofón, en noviembre una de las grúas de la terminal cae al agua mientras se cargaba a bordo de un buque que la llevaría a otras terminales que el Grupo Noatum opera en otros puertos españoles. Hasta el momento, la grúa sigue en el agua. La Autoridad Portuaria de Valencia decidió iniciar el 19 de febrero el expediente de extinción de la concesión. |
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