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Las terminales de contenedores del Puerto de Valencia prestan un servicio mediocre en la recepción y entrega de contenedores
El reciente conflicto que se ha vivido en el sector del transporte de contenedores por carreteraen el Puerto de Valencia ha puesto de manifiesto una serie de problemas reales que perjudicanla eficiencia de la actividad de transporte de mercancías por carretera y, en mayor o menor medida, al conjunto de la operativa, e incluso algunos de los perjuicios derivados de esas deficiencias alcanzan a otros operadores y agentes portuarios.
Con todo, esos problemas y la supuesta complejidad de su solución, en función de la mayor o menor implicación de operadores e intereses en juego, no pueden ocultar que para el transportista lo más importante y la mayor reivindicación frente a las terminales de contenedores debe ser la de recibir un servicio eficiente en la recepción y entrega de los contenedores, la de tener una respuesta adecuada en la carga y descarga de los mismos.
Este es un parámetro crítico en el desarrollo del trabajo del transportista y, en función de cómo se produzca, repercute decisivamente en la rentabilidad de la actividad de transporte por carretera de los contenedores. El tiempo de intervención desde que el camión llega a la terminal hasta que sale de ella debidamente atendido es un factor definitivo del que va a depender, en buena medida, la calidad del servicio que se presta a los clientes del Puerto de Valencia, y que tiene implicaciones definitivas para el transportista (cumplimiento de horarios comprometidos con almacenes y fábricas, cumplimiento de tiempos legales de conducción y descanso por parte de los conductores, posibilidad de atender a lo largo del tiempo un mayor o menor número de servicios, etc.) Pues bien, siendo un tema tan trascendental el de la calidad del servicio prestado al transporte por carretera, cabe calificar de mediocre su situación en las tres terminales de contenedores del Puerto de Valencia, MSCTV, NOATUM y TCV. En su evolución a lo largo del tiempo se ha llegado a un estado en el que esa mediocridad del servicio a los camiones parece asumida por todos. Efectivamente nos encontramos ante un panorama que se repite día tras día, semana a semana, mes tras mes y que resulta sencillo explicar, aunque sea más complejo entender los motivos que lo originan. En los momentos o periodos de tiempo en los que el tráfico de contenedores es bajo la respuesta de las terminales puede considerarse normal, pero en cuanto el nivel de movimientos se incrementa un poco, cuando se recupera un ritmo algo más intenso en la actividad, sin necesidad de llegar a grandes volúmenes, las incidencias y el descontrol en el servicio de carga y descarga se generalizan. El riesgo de que en cualquiera de los viajes el vehículo se vea atrapado por las ineficiencias de la instalación se acrecienta y, sobre todo, el alargamiento del tiempo de servicio repercute definitivamente en la mayor parte de los servicios de transporte que se prestan. Salvo MSCTV que mantiene un sistema complejo y anómalo para los transportistas en la gestión de la entrada de los vehículos, las otras dos terminales dicen haber actuado eficientemente en la gestión de los accesos mejorando los tiempos. Lo cierto es que el tratamiento del acceso vio su verdadera y más eficaz evolución con la aplicación el SIC y su desarrollo posterior a través de “valenciaportpcs.net”, y que la reciente automatización de las puertas ha sido una medida tendente a reducir costes por parte de las terminales, dedicando menos personas al control de accesos. Pero el problema ni es, ni lo ha sido en este pasado reciente, el funcionamiento a la entrada, sino la gestión y los recursos (materiales y humanos) en el proceso operativo interior de cada terminal. Esa mediocridad en el servicio a los camiones se ha convertido en crónica y, como ya se ha dicho, el transportista ya tiene casi asumido que en los días de actividad baja, por desgracia muy habituales, no deberá haber mayores problemas cuando acuda a la terminal, pero, en cuanto un repunte de los movimientos incremente la afluencia de vehículos, el tiempo que empleará en cualquiera de las terminales en cada viaje pasa a ser una incógnita, una auténtica lotería en la que resultará muy probable utilizar, como mínimo, el doble del tiempo habitual, siendo normal tener que emplear dos horas como regla general, y, si la mala suerte aparece, que el tiempo perdido se dispare exageradamente hasta tres y cuatro horas. Para los transportistas es necesario atender de manera urgente y prioritaria el problema del servicio en las terminales de contenedores. Seguramente para ello no será necesaria la intervención de terceros actores o autoridades. Las tres terminales saben cuál es el problema y son ellas, solo ellas, las que tienen en su mano la posibilidad de resolverlo. Con más y mejores medios, materiales y humanos, seguro que las cosas mejorarán, tanto en NOATUM, como en MSCTV y también en TCV. Asociación de Empresas de Logística y Transporte de Contenedores (E.L.T.C.) |
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