Las diferentes asociaciones de transportistas de España coincidieron en que la crisis actual no es comparable a la de años anteriores, debido, fundamentalmente, a sus características estructurales y al hecho de que al descenso de la actividad en todos los sectores se sume el fuerte incremento del precio del carburante, en máximos históricos en las últimas fechas y fijado en el 56,60% trienal. En esta conferencia se constató que este hecho ha contribuido de manera definitiva a la ruptura del equilibrio del mercado del transporte, debilitando al transportista frente a los grandes flotistas, los operadores de transportes y los cargadores.

El sector reclama al Gobierno una serie de medidas urgentes

En este contexto, las organizaciones participantes abogan por reforzar el papel de las asociaciones de transporte y corregir el déficit democrático que supone la actual atribución de representatividad en el Comité Nacional del Transporte por Carretera mediante parámetros que representen fielmente la estructura empresarial real del sector.

Por otro lado, el sector considera que el Gobierno debe adoptar una serie de medidas. Entre ellas, el establecimiento con carácter obligatorio del plazo máximo de pago de los portes en 30 días desde su realización y la aplicación, también con carácter obligatori, de la cláusula de revisión del coste de combustible establecida en el artículo 30 de la Ley del Contrato de Transporte Terrestre.

Por otra parte, se considera necesario reordenar el sector con medidas excepcionales encaminadas a equilibrar la oferta y la demanda (fomentar el abandono de la actividad, endurecer las condiciones de acceso a la profesión, etc.). Además, se aboga por el mantenimiento del sistema de tributación por módulos, ya que su supresión supondría un grave perjuicio para los autónomos.

Las organizaciones participantes acordaron formar un frente común para trasladar a la sociedad la urgencia de estas medidas y establecer un diálogo con el Gobierno.