TEPSA cerraba el pasado viernes una nueva etapa en su proceso de expansión y crecimiento en los principales puertos españoles, con la inauguración oficial de su ampliación en el puerto de Valencia. Directivos de la compañía, empleados y clientes, así como representantes de la Autoridad Portuaria de Valencia, se daban cita en las nuevas instalaciones que la compañía ya opera en el Muelle Norte del enclave valenciano.

Javier Ares (director de TEPSA Valencia), Luis Sala (director general de TEPSA), Rafael Aznar (presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia), Jaques Alexandre Nahmias (presidente de TEPSA), y Ramón Gómez-Ferrer (director general de la APV)

Este periplo comenzaba en el año 2007, cuando la APV adjudica a la empresa las dos parcelas sobre las que edificará su ampliación. En el camino, alguna que otra dificultad técnica y normativa, mucho trabajo y una inversión de unos 17 millones de euros que derivará en una capacidad total de almacenamiento de más de 162.000 metros cúbicos, sumando las instalaciones del Dique del Este y las del Muelle Norte, inauguradas el pasado viernes.

Asistentes a la inauguración

TEPSA siempre ha tenido el punto de mira puesto en el puerto de Valencia. Desde 1966 hasta hoy, la compañía siempre ha estado convencida de que “el desarrollo del puerto de Valencia y el de la empresa están ligados”. De hecho, tal y como reconoció el actual director general de la compañía, Luis Sala, “cuando llegue a la compañía en el año 2000, mi antecesor, Rafael Castejón, me dijo que la expansión de Valencia sería el gran proyecto que tendría que liderar.

Han pasado 12 años desde entonces, y la respuesta la tenemos hoy aquí”.

Tanto Sala como Jaques Alexandre Nahmias, presidente de TEPSA, reconocieron que el momento actual puede que no sea el mejor para llevar a cabo inversiones de este tipo. En ese sentido, Nahmias afirmó que el negocio de las terminales petrolíferas afrontan tres amenazas: el incremento en el riesgo de los negocios (por la caída del consumo y por la aparición de nuevos competidores que ha desembocado en sobredimensionamiento), la situación económica mundial de crisis y la caída de las inversiones, “que nos ha obligado a incrementar nuestra autofinanciación y a ser más cautos con los nuevos proyectos”.

A pesar de esta situación, tanto Sala como Nahmias se mostraron optimistas y confirmaron la apuesta de TEPSA por el puerto de Valencia. El presidente de la compañía afirmó que “Valencia presenta nuevas oportunidades de crecimiento”, ya que en la actualidad es la opción más “apta” para captar nuevos tráficos de hidrocarburos que puedan venir desde Oriente Medio y China, así como convertirse en un hub de redistribución de productos petrolíferos, sobre todo teniendo en cuenta “las previsiones de los excesos de tráficos de carburantes provenientes de Estados Unidos”. Actualmente, “Valencia cuenta con más bazas y más puntos fuertes para competir que otros puertos del Mediterráneo Occidental”.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, afirmó que la alianza entre TEPSA y el puerto de Valencia es “sólida y duradera” y que el enclave “cuenta con una posición estratégica para seguir siendo útil a la economía y a este tipo de tráficos, que tienen una enorme utilidad social”. El máximo dirigente de Valenciaport calificó el trabajo e inversión de TEPSA como “un compromiso con la eficiencia, la productividad y el ajuste de costes”, valores que “hoy por hoy son más que válidos y necesarios ya que creo que en los próximos años la Administración va a otorgar menos recursos”.

Tanto Aznar como Nahmias hicieron hincapié en aspectos como la eficiencia y la productividad.

El presidente de TEPSA fue algo más lejos y advirtió de que “el tiempo que pasan los barcos en los puertos es muy grande”. Para evitar esta situación, demandó a todo aquel implicado en la cadena de suministro una mejora en la productividad y la eficiencia para reducirlo y, por tanto, reducir los costes.

Una nueva terminal de mayor eficiencia
Las nuevas instalaciones de TEPSA en el puerto de Valencia han supuesto una inversión de unos 17 millones de euros y dota a la compañía de una capacidad total de 162.827 metros cúbicos.

La ampliación se reparte en dos zonas. Una en el Muelle Norte, denominada “Área de Atraques”, donde se construyeron ocho tanques con una capacidad total de 54.145 metros cúbicos y que se destinan al almacenamiento de productos “no inflamables”. Esta zona, de 18.259 metros cuadrados de extensión, dispone además de una zona de carga para camiones. La otra zona se encuentra en el Dique del Este. Esta parcela, que recibe el nombre de “Parque de Tanques”, se extiende sobre una superficie de 10.512 metros cuadrados, y alberga nueve tanques de 61.717 metros cúbicos, destinados principalmente a los productos petrolíferos. Las nuevas plantas están interconexiadas entre sí y con la concesión que la compañía ya opera en el Dique del Este. Ésta cuenta con 25 tanques que suman una capacidad de 46.965 metros cúbicos.

Tanto Luis Sala como Jaques Alexandre Nahmias reconocieron que a pesar de las dificultades “nos hemos amoldado al presupuesto que teníamos inicialmente”. Nahmies confesó que “se han creado menos puestos de trabajo” porque “hemos premiado la eficiencia y la productividad de nuestros empleados”.