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Viernes, 24 de enero de 2025


Año clave para la estiba valenciana
A lo largo de 2012 empresas estibadoras y trabajadores portuarios deberán conjugar intereses y objetivos para lograr que el puerto de Valencia mantenga su atractivo como punto de trasbordo
Que 2012 va a ser un año complicado es algo que ya nadie pone en duda. Y el sector portuario español, a pesar de las buenas cifras que ha cosechado hasta ahora, puede que sea uno de los más afectados, en gran medida por las previsiones de contracción del comercio internacional.
VM, 30/01/2012

No todos los enclaves españoles sufrirán de igual forma el embate de la crisis.

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Operativa de carga en el puerto de Valencia


De hecho, no todos respondieron igual desde el año 2008. La inmensa mayoría de los puertos del Estado cayeron de forma bastante acusada, y ahora que muchos están empezando a recuperarse, llegan esas previsiones para el actual ejercicio que hacen temblar a más de uno.

Podría decirse que Valenciaport fue un caso atípico, sobre todo en el tráfico de contenedores.

Mientras otros grandes puertos españoles perdían TEUs a marchas forzadas, la Autoridad Portuaria de Valencia supo ver en los trasbordos su tabla de salvación, y mantuvo en positivo el movimiento de contenedores, conseguía el liderazgo español en este capítulo, una primera posición que sigue manteniendo a día de hoy. Sin embargo, en los últimos meses se ha experimentado una ralentización en el crecimiento del tráfico de contenedores, una situación sobre la que se han pronunciado varios actores, no menores, de la comunidad portuaria y logística de Valencia.

Uno de los primeros fue el presidente de Valenciaport, Rafael Aznar, que tras el último Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, y tras analizar la noticia avanzada por esta publicación del inminente comienzo de las negociaciones para renovar el Convenio Colectivo de la Estiba, pedía a todos los actores “racionalidad” en las conversaciones y una búsqueda de la moderación de costes y búsqueda de nuevos métodos de trabajo más productivos. Y aunque Aznar habló de moderación de costes, quiso aclarar que esto podía ser posible “sin tener que tocar el salario de los estibadores”, analizando “otras partes del proceso operativo”.

En términos muy parecidos se pronunciaba Francisco Lorente, vicepresidente de MSC Spain, en una reciente jornada organizada por la Fundación ICIL y la Fundación Valenciaport, en la que compartió mesa de debate con otros grandes actores logísticos. Lorente quiso recalcar que lo que le importa a la segunda naviera más importante del mundo en Valencia es alcanzar ratios óptimos de productividad que puedan igualar al enclave valenciano a sus ‘hermanos’ del norte de Europa, una situación que se ha conseguido en “algunas ocasiones”.

La tercera de las voces en sumarse a este debate fue la de Douglas Schultz, consejero delegado de Noatum. La pasada semana, a través de un comunicado, Schultz recordaba el contexto económico en el que estamos y pedía “responsabilidad a todos” para garantizar el futuro del sector portuario. El dirigente se acordaba especialmente de la estiba, y advertía que los volúmenes de tráfico de trasbordo en Valencia podrían verse afectados dada la competencia “con otros puertos europeos y del Mediterráneo”.

Las declaraciones de Schultz no han caído demasiado bien en el colectivo estibador. Fuentes del Comité de Empresa consultadas por esta publicación quieren ver un “mensaje coercitivo” en el contexto de las negociaciones sobre la renovación del Convenio Colectivo, y recordaron que el hecho de que haya más trasbordos o no en los muelles valencianos “no depende de Schultz, sino de que las navieras encuentren en Valencia una buena opción para hacer sus trasbordos”.

La estiba mantiene que se lleva tiempo haciendo esfuerzos para mantener los costes en cifras aceptables y competitivas. Se han estudiado fórmulas para acelerar el intercambio de contenedores entre las terminales de MSC y Noatum, y ahora se quiere reducir el tiempo en el cambio de turno, con el objetivo de tener la operativa parada el mínimo tiempo imprescindible.

Sin embargo, los sindicatos también piden a las empresas gestos, sobe todo en cuanto al
incremento de la plantilla de la SAGEP del puerto de Valencia. Hasta el momento, tan solo se ha producido el ingreso de 50 estibadores de los 125 que se pactó entre Comité de Empresa y SAGEP el pasado año. El ingreso de 25 eventuales en el mes de enero aún está encima de la mesa, y no parece que pueda solucionarse en breve, según las fuentes consultadas.

A todo esto, ¿qué dicen las cifras? Pues que se sigue creciendo, pero a un ritmo mucho más bajo que al que nos tiene acostumbrado Valenciaport. Entre los meses de enero y noviembre, y según los datos hechos públicos por Puertos del Estado, Valencia logró un tráfico de 3,94 millones de TEUs, un 2,04% más que en el mismo período del pasado año. El movimiento de trasbordo creció algo más de dos puntos, hasta los 2,04 millones de TEUs, mientras que la import/export mantuvo a duras penas los números de 2010, con algo más de 1,76 millones de TEUs. Y es que en 2012 las estadísticas va a ser claves para unos y otros, que que podrían justificar o no ingresos de nuevos estibadores en la SAGEP o aumentos o congelación de salarios.

A los retos a los que se enfrentan empresas y trabajadores de la estiba en clave valenciana hay que sumar los que hay a nivel nacional, y que también afectarían a los muelles de Valenciaport. Previsiblemente, las negociaciones sobre el nuevo Acuerdo Marco se cerrarán en el primer semestre de 2012, un documento que si recibe el visto bueno sería un pilar fundamental para “dotar de estabilidad al sector durante los próximos años, un aliciente para atraer nuevos tráficos”, afirmaba el secretario general de Coordinadora, Antolín Goya, en esta misma publicación hace unas semanas.

Este es el panorama al que se enfrenta el sector de la estiba, tanto empresas como trabajadores, en el año 2012 en Valencia, y uno de los retos más complicados a los que tendrá que hacer frente en los próximos doce meses.