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La bitácora del puerto
Eso de dar pasto a historias e incluso a la propia vida de uno, nos lleva a lo comentado un par de semanas atrás. Cierta gente necesita darle a su vida algo de aderezo, y eso para muchos de ellos significa darse el protagonismo que no consiguen por los medios vitales, adquirirlos a base de talonario.
Ayer me llegó la noticia de que una personalidad de la sociedad valenciana que todos conocemos, se compró hace 4 años un barquito que costaba unos 7 millones de euros, pensaría que las cosas le irían bien por “eternum”, como muchos otros, pero sus malas gestiones, ya archiconocidas, hacen pensar que algo de soberbia si le sobraba, y a buen seguro también le sobra, porque sus negocios frustrados en los últimos años se pueden contar a pares. Y claro … ahora tiene que vender.
De lo que estoy seguro, es que muchas de estas personas en esa época pensaría que el resto de mortales estábamos tontos y que nunca tendríamos nada. No como ellos, que si que saben hacer negocios y ganar mucho dinero, hasta para comprarse barcos de varios millones de euros para luego venderlos por casi la mitad de su precio. Pero como dicen muchos refranes e historias … “A todo cerdo le llega su San Martín”, que no sirva esto de comparación, simplemente e echado mano de un dicho. Lo que más me llama la atención es que toda esta gente, que a priori, son gente que en teoría sabe mucho de negocios, ¿No han sabido planificar el futuro de sus empresas? ¿O es que no quieren hacerlo mientras nadan en la abundancia?, o simplemente han disfrutado, sin más, la empresa del papá. Ya lo decía Rokefeller …. “de lo que ganes intenta guardar siempre el 20%” … y nunca te faltará. O como decía el sueño del Faraón de Egipto en la Biblia …. en Génesis capítulo 41 se narra que el faraón sueña repetidas veces que del Río Nilo salen 7 vacas hermosas, preciosas, que le impactaron por ser tan robustas y sanas, y un momento después también del mismísimo Nilo emergen 7 vacas más, pero esta vez eran de aspecto horroroso, feas y delgadas, que en seguida devoraron a las 7 primeras. Entonces faraón se despertó. Ante tal sueño, el faraón llamó a su comitiva de sabios y magos para que le aclarasen el significado del sueño, pero nadie le pudo dar respuesta, nadie. Pero entonces le recomendaron que llamara a José quien si era capaz de descifrar sueños, y que estaba prisionero en un palacio de Egipto. Fue llamado y Faraón dijo a José: “He tenido un sueño y no hay quien lo interprete, pero he oído decir de ti que te basta oír un sueño para interpretarlo.” José respondió a Faraón diciendo: “No hablemos de mí, que Dios responda en buena hora a Faraón.” Se le contó el sueño y entonces José lo descifró: “Las vacas gordas son 7 años de prosperidad, estabilidad, felicidad, salud… Las vacas flacas representan 7 años malos, de enfermedad, falta de dinero, muerte, pobreza… pérdida de trabajo, ventas bajas, rompimiento de relaciones, etc.” La recomendación de José para el faraón fue: “Ponga encargados al frente del país y exija el quinto a Egipto durante los siete años de abundancia… ellos recogerán y almacenarán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición de Faraón en las ciudades, y lo guardarán. De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre.” Tengamos en cuenta que si en tiempos de vacas gordas trabajamos y nos comportamos como si viviéramos en épocas de vacas flacas… las cosas serán diferentes, porque tendremos la infraestructura para enfrentarnos a lo que venga en el futuro con mayor fortaleza económica y humana, es más, aquí es donde las crisis se vuelve en oportunidades porque se tiene para enfrentar y ganar ventaja en medio de los que no previeron. Si algo positivo se puede sacar de esta época de vacas flacas en que estamos inmersos, bueno …. más bien de vacas agónicas, es que los que hemos recibido estás buenas lecciones desde muy pequeños y las hemos sabido o hemos podido aplicarlas, notamos bastante menos esa oleada de penas y disgustos. “Virgencita que me quede como estoy” Nacho Cigalat nacho.cigalat@yachtsinmotion.es |
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