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Un 2009 de...
APUESTA E INVERSIÓN: El hecho existe: estamos en crisis. Ahora, y con el empuje de un nuevo año para dar fuerza a nuestros objetivos, hemos de trabajar por minimizarla, superarla y olvidarla. Para eso es fundamental el papel que cada uno tenemos asignado en esta situación y apostar por la inversión de nuestras empresas que son, al fin y al cabo, el instrumento del que ha de servirse la economía en situaciones como la actual.
COMPROMISO CREDITICIO: No obstante, es indispensable que las entidades de crédito sigan apoyando los proyectos de nuestras empresas, ayudándonos a asumir nuevos retos, diseñar nuevas estrategias, encontrar nuevos destinos de acción…
Estoy seguro de que la reciente firma entre Cajas y Bancos con el Instituto Valenciano de Finanzas, así como las diversas actuaciones previstas por el ICO, comportarán la necesaria mediación de unos fondos más que necesarios para nuestro tejido productivo. CONFIANZA EMPRESARIAL: y si la inversión y el capital son necesarios, la actitud es imprescindible. No podemos pretender que la situación pase por sí misma, ni creer que los responsables son otros. Ciudadanos, instituciones y administraciones públicas… cada uno de los agentes sociales jugamos un papel, pero tenemos en común un compromiso: el de confiar en las empresas, su empeño y esfuerzo. Esa confianza en ellas como motor inequívoco de toda actividad económica es fundamental para equilibrar este nuevo escenario, para afrontarlo desde una perspectiva comprometida y no sólo a través de teoricismos e hipótesis, sino por medio del trabajo de campo: el que se realiza día a día en nuestras empresas para conseguir sacar a flote un proyecto compuesto por personas. INTERNACIONALIZACIÓN: este delicado momento que atravesamos ha exigido a las empresas de nuestro tejido productivo una adaptación y respuesta inmediata con objeto de minimizar los efectos negativos y aprovechar las oportunidades generadas en algunos mercados. La economía sigue su ritmo de desaceleración y lo único que podemos plantearnos empresarios e instituciones públicas, es que todo aquello que aportemos en positivo a esta situación nos servirá para afrontar más íntegramente las consecuencias de la crisis una vez haya finalizado este ciclo recesivo. Esperemos que 2009 sea el año en el que conseguir, verdaderamente, cumplir estos buenos propósitos. Simón Montolío Solsona Presidente de ASECAM (Asociación de Empresarios de Camp de Morvedre) |
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