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Miércoles, 06 de noviembre de 2024


El proyecto Ecoport II pone a prueba los nuevos equipamientos del puerto para la lucha medioambiental
VM, 13/11/2008

El Muelle de Poniente acogió ayer un simulacro de lucha medioambiental coordinado por la empresa Amarradores del Puerto de Valencia S.L, enmarcado en el proyecto Ecoport II.

La cita sirvió para probar ‘in situ’ los nuevos medios de prevención ante accidentes de contaminación marina adquiridos por la firma. Durante el dispositivo se utilizaron dos embarcaciones, un camión, una barrera de contención de 150 metros de longitud y un skimmer, entre otros materiales. El simulacro mostró el protocolo de actuación ante un supuesto vertido marino de hidrocarburos procedentes de los tanques de combustible de un barco atracado en el Muelle de Poniente.pic

Nueva embarcación
Por otra parte, Próspero Siurano -gerente de Amarradores- anunció la llegada en febrero de un nuevo barco anticontaminación que “supondrá un salto de calidad para el equipo de prevención medioambiental del puerto de Valencia”. El buque se podrá destinar a la recogida de todo tipo de residuos -graneles, combustibles y desechos orgánicos- y contará con un sistema de localización vía satélite.

pic La adquisición de nuevos medios materiales es uno de los campos en los que más trabaja el proyecto Ecoport II.

El programa de prevención se lanzó a finales del 2005, “con el fin de desarrollar iniciativas de gestión medioambiental aplicadas a la comunidad portuaria que, basándose en un sistema de gestión ambiental por niveles, facilite la implantación de un sistema de gestión ambiental certificable por la norma UNE EN ISO 14001 o EMAS en un plazo máximo de cinco años”.

La empresa Amarradores del Puerto de Valencia es una de las firmas adheridas al proyecto, formando parte del Comité Ambiental al haber obtenido la certificación ISO 14001.

Los pasos del simulacro
El simulacro coordinado en el Muelle de Poniente del puerto de Valencia contó con la participación de más de una decena de operarios.

El primer paso fue acotar la zona en la que descansaba el vertido, a través del despliegue de una barrera de contención flotante.

Después fueron los distintos equipos lo que tuvierque actuar sobre el terreno, para evaluar la influencia de la ‘mancha’. Tras recuperar el vertido, los operarios cerraron el protocolo retirando todos los medios materiales utilizados durante el dispositivo.