El Ayuntamiento de Valencia, a través de su alcaldesa, demandaba ayer un aumento en las inversiones que el Gobierno dedicará el próximo año en la mejora de la V-30, sobre todo en sus vertientes anexas al puerto de Valencia. Según el consistorio, el Gobierno va a desembolsar 50.000 euros en la partida dedicada a esta infraestructura, mientras que Barberá exige 50 millones de euros.

Fuentes consistoriales afirmaron que el coste de esta obra asciende a 200 millones de euros, que se repartirían en cuatro anualidades de 50 millones cada una. En palabras de la primera edil, “es un viario Sur de circunvalación a la ciudad y constituye un acceso directo al puerto de Valencia, soportando una gran densidad de tráfico pesado”.

“En estos momentos, presenta un importante déficit de capacidad, que afecta de forma directa a todos los accesos sur a la ciudad, las Pedanías del Sur y las poblaciones del área metropolitana a esta margen del nuevo cauce, ocasionando retenciones en los nudos de conexión y, por tanto, en los tráficos de salida y entrada a la ciudad”, declaró Barberá.