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Domingo, 02 de febrero de 2025


Los transportistas del puerto de valencia denuncian la deficiente gestión de la salida del recinto portuario por parte del servicio aduanero
VM, 13/10/2008

Uno de los problemas crónicos que afectan al movimiento y servicio portuarios en Valencia es el de la gestión de la Puerta/Salida Sur (o de la V-30) único lugar de acceso y salida de las instalaciones portuarias para los camiones.

Es verdad que los problemas habituales de congestión en este punto no afectan sólo a los transportistas, pues hay muchos más usuarios de esta salida que la utilizan por necesidades profesionales y se ven también gravemente perjudicados por ellos.

Pero, a diferencia de esos otros usuarios, para los transportistas este punto negro del Puerto de Valencia es vital, sin posibilidad alternativa, imprescindible para entrar y salir, ineludible para el desarrollo de su trabajo, hasta el punto de que una gestión eficiente de la carga y descarga en las terminales o las mejoras de las infraestructuras y viales interiores (túneles, rotondas, desdoblamientos, etc.) pueden irse al traste si la salida del Puerto no se atiende con un mínimo nivel de diligencia y eficacia.

Tradicionalmente los transportistas han expresado sus quejas en los diversos foros y ante los distintos responsables portuarios por el hecho de que con frecuencia la Salida Sur se colapsase por múltiples razones (limitaciones de carriles de salida, carencia de dotación informática en algunas casetas, falta de guardias civiles, etc.). Por parte de todos los responsables y operadores portuarios ha parecido existir unanimidad sobre el importante trabajo que era conveniente realizar para asegurar una gestión fluida de las salidas y a lo largo de meses se han hecho esfuerzos económicos (dotación de casetas, habilitación de nuevos carriles, informatización de los procesos, colocación de paneles luminosos, ampliación de la marquesina, etc.) y de tiempo de los usuarios (colas provocadas por las obras y las limitaciones impuestas por los trabajos de acondicionamiento de la zona, etc.) para que el Puerto de Valencia pudiera tener una gestión de salidas en condiciones, razonablemente adecuada para su volumen de movimientos y sus necesidades.

Sin embargo, ahora resulta que todo el esfuerzo realizado y los medios desplegados parecen inútiles y día a día se repiten en horas punta las colas y las congestiones, incluso en un periodo como el actual en el que el nivel de actividad ha bajado considerablemente. Ahora resulta que hay informática, casetas, paneles, carriles, marquesina, pero no hay guardias civiles, que ni siquiera la mitad de los controles de salida se cubren por falta de efectivos asignados por la Aduana de Valencia. Ahora resulta que tenemos el mejor Puerto de España, de todo el Mediterráneo y empiezan a temblar los puertos líderes del resto del mundo, pero los contenedores salen con dificultad del Puerto y no llegan puntuales a su destino por disponer únicamente de un reducido número de efectivos del servicio de aduanas para controlar las salidas.

El pasado martes, el día 7 de octubre, mientras el Presidente del Puerto y el Delegado del Gobierno sonreían autocomplacidos con su Puerto, mientras expresaban su satisfacción recíproca por la eficaz gestión realizada, en ese mismo momento, justo a escasos metros de ellos, las colas de vehículos crecían, permaneciendo atascados durante horas y manteniéndose la congestión durante casi toda la jornada, una más en la que por falta de guardias civiles no había manera de que la salida del Puerto funcionase.

Para los transportistas no es el momento de la autocomplacencia y las expresiones de satisfacción, la misión de los altos directivos y políticos en sus respectivas áreas de responsabilidad es resolver los problemas, gestionar adecuadamente los recursos en beneficio de un desarrollo eficaz de las actividades. Por tanto, no pierdan el tiempo y hagan que la Puerta Sur funcione, consigan que todas las inversiones realizadas sirvan para algo, doten adecuadamente de efectivos el servicio de control aduanero, al que debe darse la importancia y prioridad que merece respecto a otras ocupaciones y misiones que se asignan a sus miembros. Como ya han demostrado ser capaces de hacer para otras actividades, cuándo de verdad les interesa por razones de imagen e impacto mediático, pongan los guardias civiles que se necesitan, que los hay, antes de que el colapso y las colas se produzcan, y hagan posible que el trabajo de los usuarios del Puerto pueda realizarse en mejores condiciones. Es su obligación, para eso les pagamos a los dos.

ELTC - Valencia, a 10 de octubre de 2008