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Domingo, 02 de febrero de 2025


El camión y la gestión cooperativa de los recursos
Juan Esquembre, 10/06/2008

Hace unos días me contestaba uno de mis sobrinos que ya comenzaba yo a tener posiciones de viejo cascarrabias cuando le recomendaba una determinada actitud en la empresa que dirige.

La vida y los años que cumplimos van reduciendo el nivel de incertidumbre que uno tiene cuando es más joven y no ha tenido tiempo suficiente de perder para aprender.

Comienzo así toda esta perorata porque, por el simple mérito de los años, me considero uno de los primeros aventureros que se dedicaron, en el puerto de Valencia, al transporte de contenedores por carretera con el material adecuado. Y como entiendo que al hombre lo marcan sus principios de todo orden, amigos y enemigos saben mi debilidad por el camión, aunque afronto esta crisis sin el riesgo patrimonial de otros años en los que el tráfico, los tipos de interés y las oportunidades reunían unas circunstancias más adversas que las que nos ofrece la actualidad.

Ello no obstante, me solidarizo con el sufrimiento del transportista que no ha sido capaz en treinta y cinco años de organizar adecuadamente el desempeño de su sector empresarial.

Resumiendo el fondo del asunto que nos preocupa, cabe decir que la actual situación de la empresa de transportes de contenedores por carretera viene determinada, entre otras causas, porque se ha propiciado en todos estos años una libertad casi absoluta en el funcionamiento de su sector dentro de un entorno público-privado, como el marítimo-portuario, en donde no se juega con las mismas cartas.

Las propias autoridades competentes han venido facilitando estas asimetrías que han conducido a una competencia destructiva en la que el grado de utilización de los activos ha venido perjudicando permanentemente al camión.

Vista la actual crisis generalizada, por mucho que los políticos de Madrid y de Valencia la quieran disimular, transportistas y autoridades vuelven a insistir en buscar soluciones solamente por el lado de la oferta.

No vendría mal, pienso yo, un poco de memoria para darnos cuenta, aprendiendo del pasado, que las políticas por este lado no han conseguido más que parches momentáneos incapaces de soluciones estables a largo plazo.

Creo que ha llegado el momento de actuar con medidas concretas, también por el lado de la demanda, que permitan una más eficaz y mejor utilización de los recursos al tiempo que se adoptan unas políticas reguladoras de la oferta para que exista simetría y equilibrio en la
gestión del canal de suministro que funciona desde el buque hasta el domicilio del cliente.

El planteamiento tradicional de estos procesos se está demostrando que ya no es sostenible por mucho que circunstancias de orden monopolístico, en lo empresarial y en lo laboral, obliguen a nuestras mercancías a pasar por ellos.

Como he escrito en párrafos anteriores, tampoco estoy abogando porque sólo más mercado sea el único remedio. Fueron precisamente los "neocons"los que nos pronosticaron que la guerra de Irak traería un mundo más seguro y un petróleo más barato.

Después de tantos años, de muy pocas cosas estoy convencido. Una de ellas es que un mejor Estado es el único capaz conocido para facilitar un mejor mercado.

No toda la culpa la tiene el precio del petróleo.

Juan M. Esquembre Menor
Economista. Consejero de TC Shipping Co