El contenedor tiene su origen en Estados Unidos y sus inicios datan de 1937 cuando un transportista de camiones, Malcolm McLean, de Carolina de Norte, pensó que debía haber alguna forma de evitar la doble tarea de descarga de mercancías de un camión para su posterior carga en un buque.

Esta idea se le ocurrió mientras observaba esta operación en el puerto de Houston. El invento en cuestión podría suponer también mayor seguridad para la mercancía, abaratamiento de costes y mayor rapidez.

Tras analizar la situación, llegó a la conclusión de que lo que debía embarcarse a bordo del buque debía ser la caja con la mercancía en su interior desde el mismo camión. Su primera idea fue construir un trailer que una vez en puerta pudiera embarcarse a bordo, aunque este proyecto tardó unos años en realizarse. Se consiguió en 1956.

El 26 de abril de este año Malcolm Mc Lean consiguió embarcar 58 trailers, de 145 toneladas cada uno, a bordo del buque "Almena", atracado en el puerto de Nueva York. Este buque era un petrolero preparado para transportar contenedores entre los puertos de Nueva York y Houston, con capacidad para 60 contenedores de 35 pies, de 8 por 8. Esta partida fue desembarcada el 1 de mayo en el puerto de destino. De esta forma, se completaba así el primer transporte marítimo de contenedores.

El 18 de mayo de este mismo año se firmó el Convenio Aduanero de Ginebra en el que ya se contemplaban las normas aduaneras que deberían aplicarse a este medio de transporte.

A partir de este momento se inició la mayor transformación que ha sufrido el transporte marítimo desde la aparición de la máquina de vapor, así como de las instalaciones portuarias, medios operativos y sistemas de transporte, tanto por carretera como por ferrocarril.

El uso del contenedor en el transporte marítimo ha influido en la aparición de una nueva figura en el sector empresarial marítimo, el transitario. La falta de empresas dedicadas a los diferentes tipos de transporte motiva a otras compañías a ofrecer servicios puerta a puerta y ya no sólo de transporte terrestre.

Posteriormente, los hermanos McLean compraron la compañía Waterman Steamship Corporation dedicada al transporte marítimo y reunieron una flota de 35 buques con el fin de diseñar y poner en marcha este nuevo medio de transporte. Con el paso del tiempo, los trailers completos, que englobaban la plataforma y la caja o carrocería, se dividieron en remolques y cajas de acero. Esto motivó la aparición del contenedor de 35 pies, que era la longitud máxima autorizada para poder circular por las autopistas estadounidenses.

En 1960, la Organización Mundial de la Estandarización (ISO) de-sarrolló y estableció directrices para la construcción de contenedores contempladas en la norma ISO TC-104. Se constituyó, además, el Comité Técnico de Contenedores de Mercancías, que se encarga de la normalización de estos equipos.

El Atlántico
En 1966, la compañía United States Lines (ya desaparecida) puso en servicio el primer buque portacontenedor entre Estados Unidos y el Norte de Europa que escaló finalmente en el puerto de Rotterdam el 26 de marzo de ese año.

El 23 de abril, la compañía Sea Land establecía un nuevo servicio de contenedores entre la costa atlántica de Estados Unidos y el norte de Europa con el buque "SS Fairland". Inicialmente, esta línea cubría el trayecto entre los puertos de Elizabeth, Rotterdam, Bremen y Grangemouth.

Los primeros inicios de contenedores no estandarizados en el puerto de Valencia se produjeron a finales de 1965 - principios de 1966. Este dato se recoge en las Tablas de Rendimientos Mínimos elaborada por la Sección Portuaria de Valencia, de marzo de 1966.

En el proyecto de nomenclatura de mercancías redactado por la Dirección General de Puertos se contempla por primera vez la palabra "container" en el punto 4. Este capítulo se refiere a Mercancía General Envasada especifica "Cajones y containers", de 100 a 1.500 Kg., de 1.500 a 5.000 Kg., y de más de 5.000 Kg.

Este sistema de transporte ya se recoge oficialmente en el Boletín del Estado número 167, del 14 de julio de 1966.

Salón Internacional del Container
Esta revolución del contenedor en el transporte de mercancías fue tan importante en estos años que la Feria Internacional de Muestras organizó el primer Salón Internacional del Container, como sección especializada. Este evento tuvo lugar durante la celebración de la Feria Muestrario Internacional de Valencia, entre el 4 y el 17 de mayo de 1970. De la circular elaborada por la institución ferial fechada el 13 de diciembre de 1969, destacamos lo siguiente:

"El fenómeno de la containerización normalizada, iniciada en su plenitud internacional hace unos años, se desarrolla a pasos agigantados. Una nueva concepción del transporte está tomando carta de naturaleza en todos los países desarrollados. [...]

El hecho de que la productividad de la containerización y su reducción de costes esté en relación directa con la generalización de su uso en más países y sectores económicos hace que la Feria Muestrario Internacional de Valencia se haya propuesto organizar el "Salón Internacional del Container y Transportes Combinados”, para dar a conocer en plenitud el tema container en todas sus facetas y estimular así la integración de la economía del transporte español en Europa e internacional [...]".

Es a partir de 1970 cuando el puerto de Valencia empieza a consolidarse en el tráfico de contenedores en de 20, 35 y 40 pies, con el establecimiento de nuevos servicios regulares en contenedores que se ofrecen desde Valencia y que, prácticamente, cubren todo el mundo.

Evolución física del contenedor
A partir de 1957, con la puesta en servicio del contenedor de 35 pies la evolución del contenedor ha sido continua.

En España se iniciaron los primeros experimentos en el tráfico con las Islas Canarias, con jaulas y contenedores de 10 pies en el transporte de frutas y verduras, que llevaban sus propias cadenas para el trincaje en la cubierta del buque.

La homologación de los contenedores de 20 y 40 pies permitió su rápida implantación en el transporte marítimo mundial. Por otra parte, sólo Sea-Land Service continuó utilizando los contenedores de 35 pies hasta que años más tarde los convirtió en containers de 40 pies.

Actualmente, los contenedores se fabrican en tres tamaños: de 20, 40 y 45 pies tanto normales como high cube (un pie más de altura) y en una gran variedad de tipos. Entre las diferentes modalidades encontramos los cerrados, flat rack (plataforma con paredes en los extremos), flat bed (plataforma solamente), open side (con laterales abiertos), open top (abierto por el techo y cubierto por una lona), reefer (frigorífico), cisterna, isotermo (con paredes aislantes de temperatura), carga a granel (con carga en la parte superior, a través de la escotilla, y puerta de descarga, tipo volquete), etc...

La diversidad de contenedores se utilizan con el fin de atraer la mayor variedad posible de mercancías a este tipo de transporte, adecuándose a sus necesidades y características. La gran implantación de este sistema en el comercio nacional e internacional ha provocado la mayor revolución del transporte de todas las épocas, a tenor del volumen de mercancías que se manipulan a través de este medio.