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Sábado, 02 de noviembre de 2024


Mario Massarotti: “El próximo 2008 es el año de España para Grimaldi Nápoles"
Mario Massarotti se ha incorporado a su nuevo cargo como consejero delegado de Grimaldi Logística España, en sustitución de Leonardo Carbone, que se ha jubilado
VM, 19/10/2007

“Ha llegado el momento de dar un paso hacia atrás y dejar a los jóvenes que tienen nuevas perspectivas e ideas”. Así vive el relevo al frente de Grimaldi Logística España Leonardo Carbone, que ha sido consejero delegado de la sociedad desde su creación en 1999 y que ahora ha sido sustituido por Mario Massarotti, un profesional vinculado a la naviera Grimaldi Nápoles desde 1998, fecha desde la que ha sido responsable de los servicios de España, entre otros cargos, de manera que conoce de primera mano sus nuevas responsabilidades. Massarotti repartirá entre Barcelona y Valencia su tiempo y las nuevas responsabilidad y asegura que asume este nuevo reto con mucha ilusión por la envergadura del mismo.

“2008 será el año de España para Grimaldi Nápoles”, señala, avanzando algunos de los servicios que desde los puertos de Valencia y Barcelona tiene previsto potenciar o lanzar la naviera italiana en los próximos meses.

El plan estratégico de la naviera para los próximos años contempla una inversión de 2.500 millones de euros, gran parte de los cuales se destinarán a la adquisición de 39 nuevos barcos, que se sumarán a la flota de cien buques que tiene la compañía. Según explica Massarotti, diez de estos buques ro-ro ya han sido encargados y se incorporarán a las llamadas autopistas del mar, un concepto por el que siempre ha apostado Grimaldi y que se suma a uno nuevo, el “long bridge”, un largo puente que pone las miras de Grimaldi en nuevos servicios hacia Europa del Este e incluso conexiones hacia el interior a través de ferrocarril.

Barcelona, un puerto donde la naviera realiza cien escalas al mes, será uno de los grandes beneficiados por este plan de desarrollo. El próximo mes de enero entrará en servicio un nuevo buque, el “Cruise Barcelona”, con capacidad para 2.300 pasajeros y 3.050 metros lineales de carga. Este buque atenderá el tráfico con el puerto romano de Civitavecchia con una frecuencia diaria y a él se sumará un buque gemelo, en junio, que cubrirá la línea con Livorno.

En el caso de Valencia se han añadido dos bodegas a varios de los buques de la naviera para incrementar su capacidad de carga en 120 vans y 100 coches, potenciando este tráfico. Por otro lado, se ha renovado el contrato con Fiat (unos 85.000 vehículos manipulados al año) por el plazo de tres años y se ha desarrollado una zona para almacenaje en Cheste con capacidad para 4.500 coches de la factoría. Desde este puerto, donde Grimaldi Nápoles realiza 40 escalas al mes, se atiende el tráfico con Salerno y Livorno y también el norte (Grimaldi tiene más del 50% de Finnlines) y el este de Europa (es el socio con mayor participación de Anek Lines). “Valencia es esencial para nuestros servicios, pero no lo concebimos como un puerto hub para Grimaldi”, señala Massarotti. Para el nuevo consejero delegado, el futuro pasa por las grandes compañías y por las autopistas del mar, un proyecto en el que Grimaldi es pionero y que empieza a cuajar una vez que los transportistas consideran a los armadores “aliados y no enemigos”.