Prohibido aburrirse. Ésta es la máxima del lujoso crucero “Aurora”, que atracó ayer por primera vez en la capital del Turia con 1.820 pasajeros a bordo. Las nubes y la amenazante lluvia no aguaron la visita a la ciudad.

De todas las edades, los turistas cuentan con una oferta de ocio infinita dentro del propio barco. Más de 870 tripulantes se encargan de mantener todas las instalaciones a punto para el disfrute. Una maravillosa cafetería con música en directo y vistas panorámicas en la proa invitan al descanso relajado.

Los clientes cuentan con una sala con acceso a internet las 24 horas. Además, pueden darse un baño en cualquiera de las dos piscinas -una al aire libre y otra cubierta- con jacuzzi.

Hay varios comedores con ambientes distintos, un área especial para los juegos de los niños, una sala de cine con sesiones frecuentes y una habitación donde practicar el tradicional ‘quiz’ británico.

En los escaparates de las tiendas de ropa y complementos se puede ver cómo también se venden figuras de cerámica de la conocida marca valenciana Lladró. Un café de etiqueta, un club nocturno, el “Curzon Theatre”, una galería de arte y el casino “Monte Carlo” son otros ejemplos del equipamiento para el recreo de los viajeros.

En cuanto a las características del buque, que pertenece a la compañía P&O, es capaz de llegar a los 24 nudos de velocidad.

El crucero mide 272 metros de eslora, 32,2 de manga y 8,4 de calado. Su GT es de 76.153 toneladas.

Viene consignado por la firma Roca Monzó y capitaneado por Ian Hutley. La “executive purser” es Jane Taylor.

El recorrido de este crucero, denominado “Joyas del Mediterráneo”, parte cada vez de Southampton. Su capacidad máxima es de 1.900 pasajeros.

Hacia Gibraltar
El puerto de procedencia era Nápoles. Ahora viaja de camino hacia Gibraltar.

Este buque, de bandera británica y construido en Alemania en 2000, tiene como madrina a la princesa Ana. Su paso por Valencia refuerza la imagen de esta ciudad como receptora de servicios crucerísticos.

La jornada anterior hizo escala también por primera vez es este puerto el “Westerdam”, otro
curcero similar con 1.802 pasajeros a bordo.

Su interior también era de lujo y venía consignado por Roca Monzó.