El presidente ruso, Vladimir Putin, ha decretado la fusión de las dos mayores empresas navieras del país, Sovkomflot y Novoship, con el objetivo de elevar la capacidad competitiva de las compañías marítimas rusas.

El Estado ruso mantendrá el control de Novoship que permanecerá registrada en el puerto de Novorossiysk, en el mar Negro.

Desde el ministerio de Economía, esperan que la entidad resultante de la fusión se sitúe entre las “cinco compañías para graneles líquidos más importantes del mundo”, entre cuyos clientes se encontrarán las principales compañías petroleras y gasísticas.

“Rusia se convierte así en uno de los líderes mundiales en todas las fases de la exportación de petróleo y sus derivados”, señaló el vicepresidente del comité de Energía y Transporte del parlamento ruso, Seguei Shishkariov.

Flota
La futura compañía dispondrá de una flota de más de 100 buques, diseñados para el transporte de petróleo y gas natural líquido (LNG), que podrán transportar cerca de ocho millones de toneladas de mercancía anualmente.

Sovkomflot, cuyo único accionista es el Estado ruso, opera 56 buques, con una capacidad anual para mover más de cuatro millones de toneladas de carga, mientras que los accionistas de Novoship son entidades como la Agencia Estatal de Patrimonio y el Fondo Federal de Bienes Nacionales e Intrigue Shiping.

Esta fusión coincide con la decisión de las autoridades rusas de integrar en un consorcio estatal algunos de los principales astilleros y oficinas de diseño de buques de país, para mejorar su presencia en el mercado mundial y su competitividad dentro del sector tecnológico y de transporte.