Un servicio de Valencia Marítima
Lunes, 03 de febrero de 2025


La Consultoría puede ayudarle
VM, 15/06/2007

Valencia Marítima me ha pedido que redacte unas líneas para dar a conocer más lo que hacemos los consultores de empresas. Comenzaré diciendo que algunos consultores tenemos la sensación de que las empresas no saben bien qué hacemos, ni cuándo y en qué podemos ayudarles.

Tal vez por eso, cuando recaban nuestros servicios, muchas veces sea tarde. Poniendo el símil de las personas físicas, con frecuencia acudimos al médico cuando la enfermedad ha avanzado demasiado. Las empresas también, frecuentemente, solicitan los servicios de los consultores cuando han perdido mucha cuota de mercado, o tienen graves problemas organizativos, o la situación financiera es mala. Es decir, cuando padecen una grave enfermedad. Evidentemente, sería mejor para todos que las empresas practicasen la prevención y acudiesen a los consultores antes de padecer problemas prácticamente insolubles.

Pero, ¿cómo podemos ayudar los consultores a las empresas? Pondré algunos ejemplos. Podemos repasar, o definir, junto con ellas, su misión, normas y valores. Ello significa saber que se quiere hacer en el mercado, cómo y por qué. A continuación, es conveniente analizar bien el mercado donde se compite, conocer el volumen de negocio, los competidores, las características de los clientes y de los proveedores. También debe hacerse un análisis interno, para valorar a fondo las posibilidades de la propia organización y de su mejora. El análisis interno y el externo se resumen en el llamado cuadro DAFO. A partir de ese conocimiento objetivo del punto de partida, la empresa puede plantear sus objetivos a tres o cinco años y las acciones importantes a tomar para conseguirlos, inversión/financiación, fechas y responsables. Este trabajo, con sus números, se plasma en un documento llamado "plan estratégico", que se debe convertir en la guía de la empresa para los próximos años.

Siguiendo con el símil de las personas, las empresas que tienen metas y objetivos (como las personas), los suelen alcanzar. Si no se piensa en éstos, y en cómo conseguirlos, es cierto que no se deja de funcionar, pero se practica una "estrategia artesanal", donde se actúa respondiendo a los estímulos del mercado, casi siempre tarde.

En el aspecto organizativo, la colaboración de los consultores con las empresas también puede ser amplia. Por ejemplo, desde la definición del sistema de gestión de la calidad conforme a las normas ISO, y la integración con los sistemas de gestión medioambiental y de seguridad y salud en el trabajo, hasta temas más puntuales como el análisis y mejora de procesos, análisis de puestos de trabajo, selección de personal, etc... Es conveniente, pero no siempre ocurre así, que los temas organizativos estén relacionados con el plan estratégico de la empresa. En el apartado organizativo/estratégico se ha de incluir la gestión de la innovación en la empresa. Las empresas deben organizarse para ser innovadoras, tanto en el aspecto tecnológico o del producto, como en los procesos de servicio, comerciales y administrativos.

Parece evidente que no todas las empresas que cambien sobrevivirán, pero es seguro que si no lo hacen, se volverán obsoletas e ineficientes.

En el campo financiero, los consultores podemos colaborar en analizar y recomendar mejoras de la situación financiera y patrimonial de la empresa. En este aspecto, se pueden volver a recomendar medidas de gran "calado", como mejorar la financiación propia o ajena, aumentar las ventas, reducir los gastos fijos, etc., medidas que deben soportarse con un marco más amplio y documentado de análisis y con programas para las distintas áreas de gestión (el comentado plan estratégico).

Por último, cabe indicar que la consultoría tiene un coste variable, casi siempre asumible, y un beneficio: en los trabajos de mayor envergadura y coste se aporta una metodología de desarrollo organizacional que promueve la eficiencia y el bienestar de los distintos colectivos que conforman la organización. El empresario debe valorar la relación coste/beneficio de la consultoría en su empresa y decidir como afrontar el futuro, sólo con los recursos internos o contando con una colaboración profesional externa en momentos puntuales.

Para finalizar, quiero agradecer el esfuerzo del amable lector que ha llegado hasta aquí, y la posibilidad de hablar a empresarios, directivos y empleados de un sector donde trabajé siete años como economista y del que guardo muy gratos recuerdos.


Santiago Ros Muñoz
Economista Consultor