Es una pena que después de tanta parafernalia, tanta organización (entre comillas), tantas infraestructuras, y tanto bombo y platillo, a estos señores de la America's Cup se les ha olvidado lo más importante, untar a base de bien a Eolo para que soplase durante todos los días de competición. Todo el mundo se ha olvidado de él y su venganza está siendo terrible.

Demasiados días sin regatas porque no hay viento, al final van a tener que celebrar los Flight de noche para recuperar, al igual que los operarios trabajaban en el puerto intempestivamente para que todo estuviese dispuesto en el pistoletazo de salida que parece ser que no ha tenido mucho “repris” que digamos.

Después de gastarse tanto dinero, unos durillos más para este señor tan importante y ventisquero no hubieran venido mal, anda que no estarán arrepentidos ni nada los mandamases del asunto. Una pena.

Otra alternativa hubiese sido construir unos ventiladores gigantes por si las moscas, pero
tampoco han caído en eso. Luego siempre los podrían haber utilizado para volar todos los marrones escondidos que tienen por ahí.

Ahora como no se pongan a soplar todos juntos a unísono lo vemos cada vez más negro.

Y viento es lo que también vendría bien en la solanera que han dejado junto al edificio de Veles e Vents que en pleno agosto con 40º C y un 100% de humedad también se va a estar ligerito allí. Como dios, vamos, incluso estamos pensando que el tal Eolo se ha marchado con viento fresco, nunca mejor dicho a otros lares más fresquitos.

Además, refrescarse en este emplazamiento es harto difícil siendo pobre, porque lo debemos llevar escrito en algún lugar de nuestro cuerpo. Un código de barras oculto a los mortales que sólo leen los camareros de estos locales, menudo casting habrán tenido que hacer. Tres hora sentados en una de esas terrazas a pleno sol y sin nada que echarnos a la boca, aunque después de consultar los precios casi nos valió la pena. Eso sí en la carta se podía pedir Moët & Chandon y trufas al módico precio totalmente globalizador de 75 euros. Una cosa discretita esto de la America's Cup y eso si apto para todos los bolsillos, como ven. Desde luego hay personas humanas que deben vivir en las alturas. Y qué pocas luces viviendo al lado no pedirle un favorcito de vecinos a este dios sin fuelle.