Los visitantes que observaron los barcos de la America’s Cup el domingo del “descubrimiento” seguramente se quedaron en la decoración de los cascos pero pocos repararon en las sofisticadas diferencias que existen entre ellos y que contribuirán a llevar al éxito o al fracaso a estos doce equipos. Y más teniendo en cuenta que en esta es la edición existen pocas diferencias a simple vista, ya que en cada sede se adaptan las características de los mismos a las condiciones meteorológicas.

Esta es la quinta generación de la moderna regla de America’s Cup y los equipos han trabajado para pulir los detalles y conseguir la más mínima ventaja.

Una de las partes más fáciles de distinguir y más determinantes del funcionamiento de un barco es el bulbo, donde se concentra prácticamente todo el peso del barco. Asimismo, también son determinantes las aletas de la quilla y que operan como aunténticas alas bajo el agua y equilibran la acción en la competición. Imprescindibles para controlar la potencia del barco.

Además, cada equipo ha determinado desarrollar una forma diferente de la popa del barco, los más rápidos son los más largos pero también los que extienden su peso muy lejos de su centro, pero la variedad aquí esta servida siempre que se respeten unas medidas
determinadas.

También existen grandes diferencias imperceptibles al ojo inexperto respecto a las forma de
casco. Algunos equipos han optado por cascos más estrechos en el centro y rectos en los extremos que permiten escorar más rápido, pero también los hay como Emirates que han apostado por un diseño más agresivo en el centro de sus barcos o el Alinghi con formas mas redondeadas.