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Tropiezos
Chapoteando
Una vez superada la marabunta de las Fallas, nos preguntamos, dónde estaban aquellos maravillosos urinarios que superpoblaron la ciudad para la visita del Papa. Cuánto los hemos echado de menos en este largo y tórrido fin de semana en el que la población de Valencia se duplicó y en esta ocasión sí que llegaron más de un millón de personas no como entonces que mucho que viene el lobo y luego vinieron cuatro con mochilas, bocadillos y bien servidos de agua y servicios por atención de nuestro gracioso consistorio, pero para la población de a pie que se acercó a Valencia para vivir uno de sus acontecimientos más importantes que no sólo ocurren una vez en la vida, sino todos los años, se ve que no tenían derecho a hacer sus necesidades.
Pero, sí señora, los pobres también tenemos necesidades fisiológicas, como también tenemos la costumbre de comer mal o bien unas tres veces al día, no somos animales tan raros, se podrían informar un poquito, aunque sea preguntándole al personal a su servicio, y así abastecer en lo más mínimo a todos esos invitados sin invitación que vinieron a Valencia para las Fallas 2007.
Una pena que no todos seamos iguales ni siquiera para algo tan primario. Así Valencia se vio invadida por muchas aguas mayores y pequeñas repartidas por doquier aglomerándose con una cantidad nada desdeñable de alcohol. Tanto era así, que daba miedo estar en un mismo sitio más de un segundo por si acaso nos quedábamos allí pegados para siempre, hasta que los necesarios y dignos de compasión en este caso, servicios de limpieza viniesen a rescatarnos. Menuda imagen se llevaría ese más de un millón de personas de toda España y extranjeros de la sede de la America's Cup. Esto por no hablar del “aguamiento” de las fiestas consiguiente de la cantidad de verbenas que cerró el Ayuntamiento por motivos tan peregrinos como que la barra del garito era un poco más grande de lo estipulado, seguramente para no molestar a ciertos vecinos con más prioridad. Volvemos a las desigualdades. Porque está claro que sí se pueden cortar las calles un mes antes, que durante todo el día y la noche se oigan y nos tiren “masclés” por donde vayamos, o que las “despertás” no dejen dormir a nadie. Viva la demagogia barata. Hala! todo el mundo a tirar petardos pero cuidadito con hacerlo debajo de algunas casas, que allí viven personas de bien de las que visitan el cuarto de baño regularmente. |
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