La Comisión Europea (CE) ha calificado de “urgente” la necesidad de avanzar en la mejora de seguridad en la navegación marítima en la UE, en una semana en la que ha empezado en París del proceso judicial por el naufragio del petrolero “Erika” en 1999 ante las costas francesas.

El portavoz de Transportes de la CE, Michele Cercone, destacó que el inicio de este proceso judicial demuestra “la urgencia que hay por avanzar en el ámbito de la seguridad marítima” en la Unión Europea (UE).

Afirmó que las medidas adoptadas hasta ahora, “Erika I” y “Erika II”, entre las que destacó la prohibición en 2010 de los buques monocasco para el transporte de mercancías peligrosas y la creación de la Agencia de Seguridad Marítima, “no son suficientes”.

El pasado mes de noviembre la CE presentó al Parlamento Europeo y al Consejo de ministros de la UE un tercer paquete de siete medidas para reforzar las anteriores.

Dichas medidas -”Erika III”- plantean, entre otras cosas, un aumento de las inspecciones a los barcos potencialmente peligrosos (que actualmente se sitúa en un 25%).

El objetivo del nuevo régimen de inspecciones consistiría en asegurar la inspección de un 100% de los buques en la UE, con una frecuencia vinculada “al perfil de riesgo”, y donde, por ejemplo, aquellos en los que éste sea mayor sean sometidos a inspecciones semestrales.

La CE cree que en la legislación actual falta contemplar la responsabilidad de los Estados en los que están registrados los buques y sugiere modificar la directiva de sociedades de clasificación de buques.

Certificados de seguro
Bruselas también propone supervisar los certificados de seguro a bordo de los buques y sus medidas de seguridad y ampliar las sanciones para aquellos que las incumplan.

Las sugerencias comunitarias incluyen asimismo otra normativa sobre la responsabilidad extra-contractual de las navieras y un reglamento sobre la responsabilidad e indemnización de los daños a pasajeros, en caso de accidente.