Los miembros del Propeller Club acudieron a escuchar por boca de Manuel Guerra y Leandro García los principales beneficios de la ampliación del puerto de Valencia, y las consecuencias que tendría para el sector y la economía de la Comunidad Valencia el hecho de que no se llevara a cabo.

Asimismo, también se explicó el momento en el que se encuentra el proceso de elaboración de la Declaración de Impacto Ambiental, último escollo para dar, de forma definitiva, luz verde al proyecto.

Se estima que, de llevarse a cabo, la ampliación tendrá un impacto económico de 1.429 millones de euros en beneficios y conllevaría la pérdida de más de 1.000 millones de euros anuales de no realizarse, por las repercusiones que tendría en la interoceanidad conseguida por este puerto.

El Plan Director de la Autoridad Portuaria de Valencia tiene un horizonte mínimo de diez años.

Las previsiones indican que en 2035 este puerto, si sigue creciendo al ritmo previsto, tendrá que dar cobertura a un movimiento de siete millones de TEUs aproximadamente, por lo que la ampliación se hace más que necesaria teniendo en cuenta que en la actualidad el puerto de Valencia tiene capacidad para dar cobertura a cuatro millones de TEUs, llegando en 2012 a una situación de “saturación”.

Así, con la ampliación se pasaría de 4.060 metros de línea de atraque que hay en la actualidad a 5.800. Asimismo, se disfrutaría de una superficie total de 280 hectáreas, una cifra muy superior a las 148 actuales.

En suma, la comunidad portuaria apoyó de forma unánime el proyecto al considerarlo “necesario e incuestionable” de cara a consolidar el puerto de Valencia.