La concesionaria de la terminal de graneles de uso no humano del puerto de Valencia, Terminales Marítimas Servicesa (TMS) casi ha finalizado la segunda fase del muro provisional que está levantando. La finalidad de dicho muro es evitar que el viento que llega del mar arrastre materiales hacia las zonas de ocio de la Dársena Interior.

Dicha barrera, que tendrá cuatro alturas, servirá para evitar que los vientos que azotan el Muelle de la Xità transporten las emisiones fuera de la zona concesionaria. Asimismo, esta barrera estará operativa hasta que se acometan las obras de la nueva terminal que TMS tiene previsto construir debido, en gran parte, a la adaptación de las labores de la empresa a la nueva normativa ambiental en los puertos españoles.

Las obras se dividirían en dos fases. La primera de ellas, que contaría con una inversión cercana a los 40 millones de euros, se ejecutaría en 21 meses y dejaría una superficie cubierta de unos 34.000 metros cuadrados