“El año 2015 ya está ahí, si se cumple el Plan Estratégico del 2002 al 2015, las infraestructuras del puerto de Valencia van a ser insuficientes”, así explica José Mª Ballester cómo ve la situación actual del puerto.

Ballester se muestra preocupado porque para dar un servicio adecuado al tráfico, “hay que trabajar rápido” puesto que las infraestructuras van a ser insuficientes ya que el desarrollo del puerto y su crecimiento superan las previones.

Por ello, para este profesional del transporte son necesarias obras como el acceso norte al puerto e infraestructuras de acceso, así como la realización de las previones necesarias para atender la demanda cuando se produzca y que en el futuro el crecimiento del puerto no nos supere: “por ejemplo si el tráfico crece un 9%, yo tengo que prever ese crecimiento en dotación y servicios para poder seguir atendiendo a los clientes con la misma calidad de servicio ofertada que, pienso, debería ser también el objetivo perseguido para el resto de servicios portuarios, previendo la entrada del personal de estiba necesario y la construcción de infraestructuras ya que sin ellas, todo lo demás no sirve de nada”.

Plan Estratégico
“Estadísticamente los porcentajes han superado a las previsiones”, destaca José Mª Ballester, y esto hace necesario actualizar el Plan Estratégico según el crecimiento real que está experimentando el puerto, “con la vista puesta ya en el 2020”.

La principal demanda y preocupación que demuestra Ballester es la necesidad del acceso norte ya que de no construirse podría tener una incidencia muy negativa como lo sería también, incluso su demora. La urgencia de esta infraestructura queda patente en las congestiones y paralizaciones en la V-30 donde ya se están produciendo problemas de circulación.

Por lo que respecta a la actividad del transporte, José Mª Ballester subraya la necesidad del sector de una especialización más profesionalizada, acorde con las necesidades de los clientes, respetando la normativa legal. En este sentido, las demoras en la operativa portuaria llevan al sector del transporte a ofrecer un mal servicio que además en muchas ocasiones se produce fuera de legalidad ya que provocan reiteradamente el incumplimiento del horario pactado del segundo servicio del día, “creándonos problemas, ajenos a nuestras responsabilidades”, puntualiza José Mª Ballester.

Vinculación al puerto
José Mª Ballester comenzó en 1966 su actividad vinculada al puerto de Valencia iniciando su vida profesional en Vicente Montañana Beltrán, firma consignataria que actuaba como agente de Naviera Pinillos y en la que realizó las funciones de Jefe de Tráfico para la línea con Palma de Naviera Ferrer, así como las líneas de Canarias, Ceuta y Melilla de Naviera Pinillos.

Posteriormente, en el año 1976, desarrolla su actividad profesional como delegado comercial de Naviera Pinillos en Valencia y Castellón y en 1978 amplía su responsabilidad también a la delegación comercial del puerto de Alicante.

En el año 1980, José Mª Ballester monta la empresa Carrasco y Ballester, SA, Caybasa, asociándose con Transportes Carrasco de Madrid que estaba dedicada al transporte de contenedores y trabajos portuarios. Caybasa comenzó con 14 vehículos, 6 de ellos, propiedad de José Mª Ballester.

De este modo, José Mª Ballester iniciaba su trayectoría profesional en el mundo del transporte al que estaba vinculado ya que su abuelo se dedicaba al transporte de maderas, troncos y otros trabajos portuarios.

Paralelamente, a la actividad en Caybasa, esta sociedad decide montar Intermodal, sociedad constituída para el transporte combinado entre el ferrocarril y la carretera. Y crea también una sociedad que actúa como depot de contenedores y que en 1991 se constituirá como la actual Valencia Container Depot, separando su actividad de la del transporte.

Es en el año 1988 cuando José Mª Ballester decide adquirir las acciones de Caybasa y cambia su denominación por Chema Ballester SA traspasándose también el negocio de Intermodal.
Grupo Chema Ballester.

En la actualidad, el Grupo Chema Ballester esta compuesto por cuatro empresas, una gasolinera, Ribarroja Estation; una inmobiliaria, Inversiones Ballester; un depot de contenedores, Valencia Container Depot y la empresa de transporte de contenedores y mercancía general, Chema Ballester, que cuenta con una flota de 80 vehículos propios (de ellos, ocho son para recogida de residuos en contenedores) y 180 semirremolques.