De esta forma, el puerto de Valencia se convierte en un referente a nivel internacional en cuanto a temas de gestión medioambiental. Federico Torres, responsable de los Servicios Generales de Seguridad y Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria; y Leandro García, director general de la Fundación Valenciaport, coincidieron ayer en señalar que el puerto de Valencia se ha convertido en el único de todo el Mediterráneo que, de forma periódica, colabora en este tipo de proyectos.

Este es un proyecto que se lleva gestando desde hace algunos meses. El pasado mes de diciembre, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) adjudicaba el proyecto, y los pasados meses de enero y febrero los responsables se han encargado de dar a conocer el proyecto en los puertos que más directamente se van a beneficiar de ellos: Puerto Cortés (Honduras), Santo Tomás y Puerto Barrios (Guatemala) y Big Creek y Belice (Belice).

Este proyecto se acomete a tres bandas. Por un lado, la Fundación Valenciaport y la Autoridad Portuaria de Valencia, con un porcentaje de participación que rondaría el 70%. Del resto se ocupa la empresa Alatec, que ostentaría el otro 30%.

Asimismo, hay que destacar que será la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (COCATRAM) la que gestione los fondos del BID y la que controle el desarrollo del proyecto.

El proyecto se encuentra en la fase de intercambio de información entre las diferentes Autoridades Portuarias. Una vez que se hayan analizado los datos, a finales del próximo mes de abril habrá otra visita de diferentes miembros del puerto de Valencia para concretar las acciones a realizar; y es que a finales del mes de noviembre del presente año, el proyecto debe estar finalizado. La actividad industrial de la zona y el creciente tráfico marítimo del Golfo de Honduras ha hecho que los responsables de las Autoridades Portuarias pidieran la colaboración del puerto de Valencia para aplicar sus modelos de gestión medioambiental en esta zona, que tiene la segunda barrera de coral más importante del mundo.