Llegó la hora de hacer memoria. Rebobinar y darnos cuenta de lo que nos ha acontecido en este año 2005 que ahora se nos escapa. Intentar recordar sólo los momentos positivos es más halagüeño pero en muchos casos poco constructivo.

Cuando se hace memoria siempre es mejor pensar primero en cómo han sido nuestras acciones, cuáles han sido las reacciones de quienes nos rodean y cuál es la relación causa efecto. Este puede ser un buen método para analizar nuestro comportamiento de cara a los demás para poder remediar aquellas facetas de nosotros mismos que pueden evolucionar hacia un futuro mejor. También es importante pensar que los buenos momentos, por supuesto, éstos y todos los que hemos vivido anteriormente serán los que nos ayuden a superar un año más. Nos servirán de almohada en los malos momentos para poder seguir adelante.

Hay muchas personas que nunca se analizan a ellas mismas, en este montón nos incluimos nosotros muchas veces, pero en nuestro comportamiento y nuestras actitudes se encuentra la clave de algunos de los acontecimientos que vivimos y para los que en muchos casos no encontramos explicación.

Siempre es bueno mirar hacia dentro, también para preguntarnos si hemos sido felices o qué nos ha impedido serlo; si hemos sufrido, y por qué. Si nos paramos a pensar en las cosas que nos han hecho infelices, tal vez podamos ser felices algún día, en muchos casos la solución está en nuestras manos.

Y sobre todo y muy importante, es seguir cuidando un año más a las personas que queremos y nos quieren, este si que es un buen pilar para el próximo año, no sólo porque están ahí cuando los necesitamos, si no porque a ellos les debemos en su mayoría esos pequeños momentos de felicidad.

Estos son nuestros pensamientos ahora que se acaba este año y aquí os los brindamos por si
os sirven de ayuda.

¡Feliz Año!