La ciudad de Valencia cuenta con innumerables monumentos emblemáticos. Entre ellos, la Escalera Real del Puerto. Esta infraestructura, situada a los pies de la torre del Edificio del Reloj, cuenta con tres siglos a sus espaldas; concretamente se construyó en el siglo XVII con el objetivo de recibir a los viajeros que venían a la ciudad en navíos. Ejemplo de ello fue la embarcación “Francisco de Asís” que trajo a bordo en el año 1858 a la reina Isabel II cuando viajaba desde Alicante a observar las obras portuarias de Valencia. Tras este momento, la escalinata pasó a denominarse Escalera Real, tal y como la conocemos hoy en día.

Sin embargo, cabe destacar que la reina Isabel II no fue la única personalidad destacada que subió los escalones de esta infraestructura, sino que unos años antes, su madre, Doña Cristina de Borbón Dos Sicilias, descendió por la Escalera Real para dirigirse a su exilio a bordo del “Vapor Mercurio”, momento en el que le cede la regencia que llevaba a cabo hasta que su hija fuese mayor de edad, a favor del general Espartero.

Construida con los sillares del muelle del puerto, siendo levantado por Tomás Güelda, la Escalera Real vivió una mejora estética en el año 1911, cuando se colocaron farolas a los dos lados de la escalinata. Así se mantuvo hasta los años 80, cuando la Escalera desapareció al construirse en 1984 la Estación Marítima de Trasmediterránea, siendo ocultada por el pantalán central de la dársena.

Hitos históricos
Uno de los momentos más emblemáticos que se vivió en la Escalera Real, fue el primer reportaje fotográfico que se hizo en España desde el navío “Amparo” y de la mano de los fotógrafos Antonio Cosmes y José Martínez Sánchez

Recuperación
La Escalera Real supuso una construcción de grandes dimensiones, incluso llegó a tener la misma anchura que la avenida del Puerto. Tras las varias transformaciones que sufrió a lo largo de su historia, se modificó su ancho y largo hasta quedar soterrada finalmente con la obra de la Estación Marítima. Durante las obras de la Copa América en el año 2006, también se planteó su recuperación, pero fue desestimada.

En el año 2017, su recuperación se volvió a poner sobre la mesa por parte del Ayuntamiento de Valencia, a través de la Concejalía de Patrimonio Cultural, debido a que se trataba de un elemento perteneciente al patrimonio cultural de la ciudad.

Bajo la presidencia de Aurelio Martínez en el Puerto de Valencia, se realizaron unas catas arqueológicas con el fin de documentar y localizar la escalinata desaparecida y observar en qué grado se podría recuperar. En las mencionadas pruebas se demostró que la infraestructura estaba en buen estado, casi intacta bajo el hormigón. Sin embargo, la iniciativa impulsada por la Autoridad Portuaria revistió demasiada complejidad por su proximidad a la cimentación de la Estación Marítima.

Hace unos años, tras demostrar que la infraestructura estaba en buen estado, el Ayuntamiento de Valencia fue partidario de la recuperación y por ello pide a la Autoridad Portuaria que se restaure la Escalera Real como símbolo de la relación del mar con la ciudad y su puerto.

La Escalera Real del Puerto de Valencia es más que una simple escalinata; es un símbolo de la historia, la cultura y la identidad de la ciudad. A través de su impresionante arquitectura y su rica historia, ha dejado una huella imborrable en el corazón de los valencianos.