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Jueves, 31 de octubre de 2024


Historias del Puerto de Valencia. La vinculación de Valencia con el mar visible en la Semana Santa Marinera
El primer signo de la Semana Santa Marinera comenzó en la parroquia de Santa María del Mar. En el año 1751 se funda la iglesia del Rosario y la del Cabañal donde aparecen las primeras cofradías
VM, 25/10/2024

En Semana Santa las calles del Grao, el Cabañal y el Cañamelar se convierten en las protagonistas de la ciudad de Valencia. La Semana Santa Marinera es una de las festividades más singulares y emocionantes de toda la capital del Turia. Durante esta semana en la que tienen lugar actos religiosos y culturales, la esencia del Mar se mezcla con la tradición cristiana; Esta inusual festividad continúa su legado siglo tras siglo, adaptándose al desarrollo de la sociedad sin perder su razón de ser. pic

Cada Semana Santa que se celebra en España tiene su propia identidad. La Semana Santa Marinera es ejemplo de ello. Fue creada por los pueblos marineros y, por tanto, está influenciada por ellos, distinguiéndose así del resto de festividades que se celebran por esas fechas.

Con el paso del tiempo, la Semana Santa Marinera adquirió una identidad propia, arraigándose profundamente en la vida de los barrios marítimos de Valencia. A pesar de los desafíos, incluidas las guerras, los cambios sociales y las transformaciones urbanas, la festividad ha perdurado, adaptándose y floreciendo hasta convertirse en una de las manifestaciones más importantes de la Semana Santa en España.

Origen
El primer signo de la Semana Santa Marinera comenzó en la parroquia de Santa María del Mar.

En el año 1751 se funda la iglesia del Rosario y la del Cabañal cuando nacen las primeras cofradías. En las tres aparecen la misma trilogía: el Cristo, el Nazareno y la Dolorosa. Comienza así a arraigar en el pueblo porque los mismos pescadores en aquella época y los armadores en el Grao son los que desarrollan la tradición.

Se convierte entonces en un centro de atención para el resto de los valencianos que venían del centro a contemplar la Semana Santa Marinera. Se consolida de tal manera que alrededor de 1928 se constituye el primer comité que aglutina las tres parroquias. Este acto supone el inicio de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera. De este modo se sustituye la Retreta del Jueves Santo, el Santo Entierro de Viernes Santo y el Desfile del Domingo de Resurrección.

Estos tres actos se celebran desde principios del siglo XX gracias a la creación de la Junta.

Con la llegada de la República se suspenden las procesiones, hecho por el que protestan de manera reiterada los habitantes de los barrios que la organizaban, porque se había convertido además de un elemento cultural, en una fuente de ingresos para esta zona. Una zona que contaba con recursos económicos limitados. No se recupera la Semana Santa Marinera hasta 1940 al finalizar la Guerra Civil Española. Desde ese momento, se ha celebrado de manera ininterrumpida.

Después de la Guerra nace la parroquia de la Santa Faz, uniéndose a las tres que ya existían.

Pasa entonces a participar en la Semana Santa Marinera. pic

En la actualidad existen 31 hermandades coordinadas por la Junta Mayor desde el año 2011.

La pandemia marcó un punto de inflexión de crecimiento de la Semana Santa. A día de hoy desfilan en torno a 4.000 cofrades por las calles cercanas a las cuatro parroquias, siendo el número de mujeres mayor al de hombres.

Además de la característica más representativa de la Semana Santa Marinera, es decir, su relación con el mar, destaca la gastronomía de esta festividad. Durante las dos semanas que dura la celebración, en las casas de los Poblados Marítimos no falta Titaina, albóndigas de bacalao ni los pepitos.

Por otro lado, otra de las costumbres más típicas y que más enorgullece a los habitantes del Grao, el Cabañal y el Cañamelar es que cada año, un integrante de uno de los tres barrios guarda en su casa una imagen durante la Semana Santa Marinera. Es para ellos uno de los momentos más emocionantes de la festividad.

Las procesiones llenan de color las calles de los Poblados Marítimos, unas calles en las que se respira la devoción de sus vecinos que decoran sus ventanas y balcones para la ocasión.

Durante los quince días en los que se celebra la Semana Santa Marinera, se celebra un amplio programa de eventos que comienzan con la retreta, organizada por los colectivos de Nuestra Señora del Rosario. Son los encargados de anunciar el inicio de las procesiones.

Seguidamente, el resto de cofradías llevan a cabo sus salidas, entre las que destacan el encuentro de la Dolorosa Coronada y Nuestro Padre Jesús en un escenario único: las Reales Atarazanas. Todo ello tiene lugar la noche del Martes Santo.

El día de Jueves Santo, la procesión de la Visita a los Monumentos pasa por todas las parroquias. La noche de este día se conoce como la “Nit de les Capelles” por la costumbre de visitar las casas que han tenido el honor de guardar las imágenes. Sin embargo, no es el único día en el que se reúnen todas las hermandades, sino que en Viernes Santo vuelven a juntarse tanto las hermandades como las cofradías y corporaciones en la procesión del Santo Entierro.

Continuando con la esencia marinera que caracteriza a esta peculiar Semana Santa, la mañana del Viernes Santo los cristos son llevados a la playa, donde se dedica una oración en honor a los marineros fallecidos. Además, se representa a la Madre Dolorosa depositando las flores sobre las olas. Comienza así un día repleto de emoción y tradición que empieza con los Vía Crucis y termina con la procesión del Santo Entierro. pic pic

La representación de la Pasión y Muerto de Jesucristo termina entonces. Sin embargo, el Sábado de Gloria también alberga una infinidad de actividades por parte de todos los colectivos , como puede ser el ‘Trencà de Perols’. En esta singular tradición los vecinos lanzan parte de su vajilla por la ventana durante la noche del sábado al domingo, momento en el que tiene lugar la Resurrección, cuando el cielo se inunda de luz y color con los fuegos artificiales.

En esa madrugada mágica del Sábado al Domingo, la imagen de Jesús Resucitado ya recorre las calles de los Poblados Marítimos en procesión anunciando la resurrección.

Aunque este desfile constituye el colofón público de las celebraciones, el visitante todavía puede acudir a la plaza de la Cruz, donde los cofrades de la Hermandad del Santo Sepulcro se enroscan alrededor de su estandarte, para después desenroscarse. Con ello quieren representar que en ese mismo instante ha finalizado la fiesta y, de nuevo, comienza la del año siguiente.

Estos son algunos de los muchos actos que conforman el programa de la Semana Santa Marinera de Valencia, en el que se conjugan la solemnidad con la sencillez, el sentimiento religioso con la exuberancia de las tradiciones mediterráneas, y que todos los años, tienen lugar en los barrios marineros de la ciudad.

Patrimonio Cultural
La Semana Santa Marinera no solo es una manifestación de fe, sino también un importante patrimonio cultural. En 2011, fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, reconociendo su valor como expresión única de la identidad valenciana y mediterránea. Este reconocimiento ha impulsado aún más su difusión y ha atraído a miles de turistas y curiosos que cada año acuden para presenciar sus procesiones.

El arte y la artesanía desempeñan un papel clave en esta festividad. Los pasos que se utilizan en las procesiones son verdaderas obras de arte, realizadas por escultores y artesanos locales que plasman en madera y policromía escenas de gran realismo. Algunas de estas imágenes tienen varios siglos de antigüedad y son restauradas con cuidado para asegurar su conservación. Además, los hábitos y estandartes que llevan las cofradías son confeccionados con gran esmero, incorporando bordados y símbolos que reflejan la historia y los valores de cada hermandad.

La Semana Santa Marinera es, ante todo, una fiesta del pueblo. Los barrios del Cabañal, Cañamelar y Grau son protagonistas de estos días, y sus vecinos participan activamente en todos los aspectos de la celebración. Las cofradías no solo son organizaciones religiosas, sino también sociales, que juegan un papel fundamental en la vida comunitaria. A lo largo del año, las cofradías organizan actividades culturales y solidarias, como la recogida de alimentos o la ayuda a los más necesitados, lo que refuerza su papel como entidades cohesionadoras.

La Semana Santa Marinera de Valencia es mucho más que una celebración religiosa; es una expresión viva de la identidad de los barrios marítimos y de su relación con el mar.